México, D.F.-
La exposición “Frida”, que se exhibe en el Museo de la Scuderie de La Quirinale, Italia, hasta el próximo 31 de agosto, ha recibido 260 mil visitas, cifra que da cuenta de que el legado pictórico de la artista mexicana sigue vigente a 107 años de su natalicio, que se cumplen hoy.
La pintora, referente de México en cualquier parte del mundo, también es homenajeada con la muestra “Unbound: Contemporary Art After Frida Kahlo”, la cual se presenta hasta el próximo 5 de octubre en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, Estados Unidos.
En México, la creadora es evocada con el libro infantil “Frida. Un viaje a través del autorretrato”, que se presentará mañana lunes en la Sala “Manuel M. Ponce” del Palacio de Bellas Artes, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, quien nació el 6 de julio de 1907 y falleció el 13 de julio de 1954, es reconocida por su contribución para que el arte mexicano fuera considerado dentro de las grandes galerías internacionales.
Figura fundamental del arte mexicano, se relacionó con grandes personalidades de su época, fue esposa del muralista Diego Rivera (1886-1957), conoció a Pablo Picasso (1881- 1973), la fotógrafa Tina Modotti (1896-1942), el revolucionario ruso León Trotsky (1979-1940) y el poeta Pablo Neruda (1904-1973).
Su vida estuvo rodeada de infortunios, desde la poliomielitis que padeció de niña, hasta el accidente de autobús que le dejó la columna vertebral rota, la clavícula, las costillas, la pelvis, la pierna y el pie derecho fracturados en diversos lugares.
Quedó tres meses internada y sufrió una serie de operaciones y convalecencias; luego padeció las varias infidelidades de su esposo, que la llevaron a una crisis emocional, y más adelante a la amputación de una de sus piernas en 1953, ante la amenaza de gangrena.
No obstante, de todo ese dolor surgieron obras como “Las dos Fridas”, “Viva la Vida”, “Unos cuantos piquetitos”, “Mi nacimiento”, “La columna rota” y “Diego en mi pensamiento”, entre muchas otras hoy ampliamente reconocidas en el mundo.
En declaraciones difundidas por el Conaculta, la historiada de arte Laura González Matute evocó a Frida Kahlo como “un ícono en la plástica contemporánea, de lo que viene a ser la presencia de una pintora mujer en el arte del siglo XX”.
Destacó que la obra de la pintora más cotizada en Latinoamérica es “sui generis”, auténtica, sin concesiones, completamente autobiográfica, va hacia lo inconsciente y hace alusión a sus raíces mexicanas, con “un nacionalismo que trasciende los límites del localismo mexicano”.
También señaló la importancia de su espléndida muestra de frutas, flores y vegetación, ya que “esos elementos impactan mucho en el mundo europeo, porque allá no tienen esta maravillosa naturaleza que se brinda en México”.
Por su parte, Josefina García, directora de Colecciones y Servicios Educativos del Museo “Dolores Olmedo”, la consideró la embajadora de la cultura mexicana, ya que actualmente es la única artista que está “en la mente de todos y se vincula con México”.
“Con sus pinturas se observa que fue una artista que aunque no tuvo una formación académica y profesional, sí tiene un gran valor estético y artístico; aprendió muy bien a plasmar lo que veía, uno puede ver claramente la firmeza de sus trazos, la calidad de su pincelada, la meticulosidad”, mencionó.
La historiadora de arte Gilda Cárdenas comentó que en sus piezas “cualquier persona tiene puntos de comunicación, identidad y reflexión ante la vida misma”, que permiten “sentir diversas sensaciones que no precisamente están situados en el rubro de la belleza”.
Agregó que su obra tiene elementos compositivos e iconográficos que reflejan un imaginario netamente mexicano, así como un concepto dualista, que plasma “en una propuesta de opuestos: lo femenino y lo masculino, lo nacional y lo internacional, lo biográfico y lo público”.
“El público puede tener diferentes lecturas de la obra de Frida Kahlo que no se quedan nada más en el dolor morboso de un cuerpo mutilado, sino que trasciende a través de la muerte y la vida misma”, indicó.
A su vez, Hilda Trujillo, directora del Museo “Frida Kahlo”, la recordó como un icono que representa valores, sentimientos, que se atrevió a decir muchas cosas y que plasmó de manera directa temas como la cesárea, el aborto, “de una manera audaz para la época en la que vivió”.
“Creo que son muchos los temas que la hacen tan atractiva en México y sobre todo en el mundo, pues su pintura es universal”, dijo acerca de la artista que convirtió las tragedias de un cuerpo roto en arte.
Para el director del Museo Mural “Diego Rivera”, Luis Rius Caso, la creadora de “Las dos Fridas” es una de las primeras artistas que presenta un verdadero trabajo introspectivo, tanto de autorretrato como de autorrepresentación verdaderamente profundo, adelantándose en mucho al arte contemporáneo.
En sus piezas “presenta elementos mexicanos desde una femineidad agresiva e intelectual y por eso es tan interesante, porque tiene que ver con la sangre, algo muy prehispánico y colonial”, apartándose de las representaciones de los pintores hombres, concluyó.
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