Monterrey, N.L. / Febrero 19.-
Por más de 30 años, Hazael Martinez ha estado colaborando en la Coordinación de educación musical de la Secretaria de Educación Pública del Estado de Nuevo León, encargada de dirigir a los grupos corales de las escuelas oficiales primarias y secundarias.
El profesor comenzó a involucrarse en la enseñanza del área vocal o coral, y en la enseñanza orquestal lleva 15 años desde que inició con la Orquesta Infantil del Estado de Nuevo León, hasta la actualidad, dirigiendo a la Orquesta Sinfónica Juvenil del Tecnológico de Monterrey.
“La pasión que yo tengo es la enseñanza”, resalta el profesor Martínez, quien además menciona que trabajar con niños y jóvenes siempre le ha brindado múltiples satisfacciones pues es de la creencia que enseñar a un niño es garantía de preservación de nuestra riqueza musical.
“Sabes que estás sembrando, que ellos van a conservar el folklore de nuestra música” dice el profesor.
Menciona además que lograr dejar una huella en los alumnos luego de estar con ellos un tiempo, es algo que un maestro encontrará siempre como una satisfacción difícil de medir.
“Quizá lo más importante es que contribuyes un poco a la seguridad personal de los alumnos cuando se enfrentan a un auditorio, y esas son satisfacciones mucho más trascendentes porque como maestro estás en una posición en la que puedes servir a tu prójimo”.
Y es que además, a lo largo de su carrera como director ha tenido que enfrentarse a la mayor dificultad para la educación musical: la irrupción del desarrollo musical que los niños de preescolar enfrentan durante la primaria. Y es que debido al rezago en la infraestructura y los presupuestos estatales, los niños dejan de formarse durante estos seis años y se abre una brecha importante en el acceso a una educación musical.
Es así como la insuficiente infraestructura se une al poco número de profesores realmente capacitados, conformando así un panorama de rezago en el aprendizaje musical a nivel superior en nuestro país.
Como resultado, la demanda laboral en México es realmente mínima a diferencia de otros países donde la alta demanda para estudiar música va de la mano de un salario a nivel de licenciatura en los mejores casos.
Sin embargo, particularmente México tiene mucho talento musical “desafortunadamente nos faltan los recursos para que tengan las oportunidades a temprana edad y puedan desarrollarse”, declara el profesor Hazael.
“El talento está y a pesar de todos estos inconvenientes, México es un país cuya música es reconocida internacionalmente y a muy buen nivel”, es cuestión de ver la música como un área de oportunidad, aunque en lo laboral sea una plaza muy reducida.
Además, es claro que es necesario hacer el esfuerzo para que todas las escuelas del país tengan una educación musical interrumpida, para no dejar relegada el área cultural, tal como se hizo hace unos 25 años cuando prácticamente cada estado tuvo una orquesta sinfónica.
“Creemos firmemente que el deporte y la cultura son las dos directrices por las que una persona puede tener mejor calidad como ser humano”, comenta el profesor.
En la promoción de la cultura, particularmente de la música clásica, existe además un problema en el que opera mucho la ignorancia; cuando se cree que la música de orquesta es estrictamente elitista.
“Tiene aceptación en muy poca gente, entonces le llaman elitista, pero no es elitista, la música clásica es totalmente del pueblo y para el pueblo, nuestros principales compositores son del pueblo”.
Y es que la música popular “ataca” al ritmo que está inmerso en nosotros desde el vientre materno y por ello es más fácil identificarnos con él. Sin embargo, para poder disfrutar plenamente la música clásica se requiere de inteligencia, razón y entendimiento de la melodía, apenas un acervo superior al ritmo.
Explica que “la música clásica viene del pueblo lo que pasa es que necesitamos educarnos; si educamos a nuestra infancia se acorta la brecha y cuando sean adultos lo pasarán a otras generaciones”.
Un ejemplo que menciona es que en Monterrey hay conciertos de grandes músicos regiomontanos, y a pesar de que los eventos son gratis, las salas suelen tener poca gente.
“El problema es que la educación debió haber sido en edades más tempranas, y eso responsabilidad es de todos”, comenta.
Hablando del Tecnológico de Monterrey, Martínez comparte que de la institución valora mucho que no teniendo una licenciatura en Música, es una institución que ha dado mucho apoyo al desarrollo de las habilidades musicales de sus estudiantes y hay toda una infraestructura que brindan toda una gama de posibilidades de arte en las cuales los muchachos pueden llegar a niveles dignos de reconocerse.
“El Tecnológico hace mucho más con mucho menos que otras instituciones que tienen mucho más presupuesto”, y está caracterizada principalmente por directivos interesados en el desarrollo de la cultura.
Clara muestra es la composición formal que el profesor Hazael Martínez le ha dado a la Orquesta Sinfónica Juvenil del Tecnológico, misma que empezó como un Ensamble Musical formado por un reducido grupo de alumnos que posteriormente se incrementó para conformar una Orquesta de Cámara, luego una Sinfonietta y finalmente la Orquesta Sinfónica que ha sido durante cuatro años.
Es una Sinfónica “no sólo por el número de alumnos, sino por el repertorio formal que aborda con obras completas de Beethoven, Mozart, y Verdi”, por ejemplo.
Cabe mencionar que a principios de mayo próximo, la Orquesta Sinfónica Juvenil presentará en concierto una sinfonía original completa de Joseph Haydn, al que se unirá el Coro de la Comunidad del Tecnológico con una obra coral orquestada del mismo autor.
Redactó Alhelí Fuentes, alumna de LMI del ITESM.-
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