México, D.F.-
De hojas color verde oscuro con bordes dentados y hojas superiores de color rojo, amarillo, blanco y marmoleado, la nochebuena es una flor de herencia prehispánica y uno de los símbolos más utilizados para representar la Navidad.
Descubierta en México en 1834, el nombre en náhuatl de esta flor de ornato es Cuetlaxóchitl, que significa “flor que se marchita”, o “flor de cuero”.
Los aztecas utilizaban esta planta en celebraciones y rituales como símbolo de la pureza y la vida nueva de los guerreros, además la ofrendaban al Sol para renovar sus fuerzas.
Ya en la época colonial, los españoles bautizaron a la flor como “nochebuena”, debido a su aparición en diciembre, de acuerdo con información de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca).
A partir del siglo XVII se convirtió en el símbolo de las fiestas decembrinas. En varias partes del mundo se le conoce como estella de Navidad, etella de Natale o poinsettia, pero la tradición de adornar casas con esta especie viene de los países anglosajones.
Para 1828, el médico, botánico y embajador de Estados Unidos en México, Joel Robert Poinsett impresionado por su belleza, se llevó unos ejemplares a su país, según datos de “Flor de Nochebuena: La Tradición que Adorna Nuestra Navidad”, publicado en 2013.
Pero no fue hasta 1909 cuando la familia de Albert Ecke comenzó a cultivarla de forma comercial en California, Estados Unidos, lo que impulsó su cultivo, desarrollo y mejora genética.
En Estados Unidos, la nochebuena tiene una vasta historia en variabilidad genética, pues ha sido mejorada para que resista plagas, temperaturas y que se produzca con ciertas características en color, tamaño, y textura, lo que derivó que la familia Ecke patentara la flor de pascua con el nombre de “poinsettia”.
Información de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) refiere que durante casi 100 años, la familia Eckes produjo variaciones de flores de pascua, con una gran diversidad de colores y follaje.
Con cada nueva variedad desarrollada, la familia adquirió las patentes de plantas para proteger sus invenciones y como resultado de su trabajo controlaban el monopolio virtual en el mercado de esa flor hasta la década de los 90, cuando su método de injerto fue descubierto y publicado por un investigador universitario.
La flor de Nochebuena es nativa de México. Se puede encontrar en los bosques tropicales de hoja caduca en elevaciones moderadas por la costa del Pacífico de México a Guatemala. También se desarrollan en el interior del país en algunos bosques calientes, estacionalmente secos.
En México, el cultivo de las flores se remonta a los aztecas, quienes utilizaron partes de la flor para crear tintes rojizos púrpura para tejidos e incluso para la medicina.
De acuerdo con el Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Nochebuena tiene diversos usos medicinales relacionados con padecimientos cutáneos, malestares femeninos y en procesos inflamatorios.
Según información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) refiere que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en superficie cultivada, con al menos 300 hectáreas de planta de nochebuena en maceta.
Los principales estados dedicados al cultivo son Morelos, Michoacán, Distrito Federal, Puebla, Estado de México Jalisco, Veracruz, Querétaro, Guanajuato, Chiapas y Guerrero.
La mayor parte de la producción y consumo, es decir, 90 por ciento de la flor, es roja; cinco por ciento blanca o amarilla y el resto rosa, rosada o marmoleada; como producto de la modificación genética a la flor, en el mercado se venden también moteadas, salpicadas en rojo y blanco.
Las variedades producidas en el país son Freedom, La Subjidi, Joy Pink y White Red Angel, principalmente; pero existen más de 20 variedades, entre las que destacan Festival, Orión, Prestige, Angélica 16, Son, Monet, Nutgracker, Marmol y Morada.
Las nochebuenas mexicanas se comercializan en diferentes presentaciones, desde maceta de tres pulgadas hasta macetones en contenedor de 14 y 16 pulgadas.
Aunque la temporada de venta fuerte es entre la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre, su comercialización inicia desde fines del mes de octubre y sus precios oscilan entre los 15 hasta los 200 pesos, según su variedad, tamaño y punto de venta.
Por su gran valor histórico, el 8 de diciembre se celebra el Día Nacional de la Nochebuena -Cuetlaxóchitl-, el cual es promocionado por la Sagarpa y los integrantes del Sistema Producto Ornamentales para llevar a acabo conferencias, eventos culturales, exhibición y venta de ese producto.
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