Monterrey, N.L. / Noviembre 11.-
El llamado empezó hace algunos meses. La tribu fue convocada a unirse nuevamente en una noche de historias, anécdotas y reflexiones. Una antigua ceremonia para pensarse y reconocerse en los puntos de vista de los otros. Los miembros de la tribu toman su lugar, y se preparan para recibir los colores del fuego… o bueno, en este caso de la pantalla.
La Noche de los Publívoros, una especie de noche ritual para hacer algo poco común: sentarse a ver comerciales. ¿Cinco horas de comerciales? ¿Quién se prestaría (o peor aún pagaría) por ver aquellos fragmentos de televisión que intentamos evitar a toda costa cuando vemos nuestro programa favorito?
Esto porque los miles de seguidores constantes de éste evento en mas de 100 países, han mostrado a lo largo de tres décadas, que la idea de ver algunos de los comerciales más creativos del mundo en una sola noche no es algo es tan descabellado.
Son 30 años los que han pasado desde la primera noche de los Publívoros (o los “Devoradores de Publicidad) en París, Francia. Jean Marie Boursicot, el fundador del evento, tuvo la idea de hacer la proyección de toda una noche de películas publicitarias y de bandas-anuncios cuando su cineteca comenzó a necesitar formas alternativas de financiamiento para continuar funcionando.
Es así, que en 1981, se hace la Primera Noche de los Publívoros (bajo el nombre de “Golosinas”). La respuesta al evento fue tan abrumadora, que en los años siguientes se empezó a considerar que el evento podría no sólo llevarse al resto de Francia, sino del mundo.
La llegada del espectáculo a México fue a mediados de los noventa, gracias a Romain Greco, quién lleva 15 años organizando la Noche de los Publívoros en México.
“Traje la Noche de los Publívoros por primera vez en 1997. Conocía el evento y pensé que existía un público potencial aquí”, dijo.
Es así que ese 30 de mayo, los Publívoros mexicanos tuvieron su primer banquete publicitario en el Teatro Metropolitano del Distrito Federal.
En Monterrey los Publívoros no tienen mucho de haber invadido la Ciudad: de acuerdo con Greco, solo se han realizado unas 4 o 5 ediciones de manera irregular. Sin embargo Greco afirma “siempre hemos tenido un público cautivo y fiel en Monterrey.
Fue un logro casi llenar el teatro (en esta última edición), sobre todo si tomamos en cuenta el ámbito complejo que se vive en la ciudad”.
Y es que efectivamente, a pesar de la situación de la inseguridad, la noche del Jueves pasado el Auditorio San Pedro estuvo casi lleno de devoradores, nuevos y antiguos, listos para ver algunos de los mejores comerciales del mundo, seleccionados por el mismo Jean-Marie Boursicot.
El “menú” de ésta gira incluye 300 comerciales de todo el mundo. Los Publívoros son armados con Sonajas para ovacionar a sus comerciales favoritos y se les da la libertad de abuchear los que no sean de su agrado. El programa de está peculiar noche está dividido en cuatro bloques de una hora cada uno, separados por tres intermedios.
Para Greco, dichos intermedios son parte esencial del evento, pues en ellos no sólo hay un pequeño receso, sino que los Publívoros pueden interactuar entre si, comer algo, sacarse fotografías con las numerosas botargas que deambulan por el teatro o disfrutar alguna otra atracción. Si bien el evento central siguen siendo los comerciales, se procura que la noche tenga un ambiente festivo y ameno, en algunos se incluyen toros mecánicos o pasarelas.
En Monterrey los organizadores del evento sorprendieron a la audiencia arrojando miles de barritas luminosas a mitad de la proyección, con los que el evento se llena de luces fluorescentes volando de un lado para otro mientras se desataba una guerra entre los de las butacas del primer nivel y del segundo.
Sin embargo, la intención de éste evento no es meramente entretener con comerciales graciosos. Entre la selección abundan comerciales creativos relacionados con la protección del medio ambiente, la prevención de enfermedades de transmisión sexual o incluso respeto al ciclista.
“Siempre insistimos que Publívoros, mas allá de ser un espectáculo, es un espacio de reflexión sobre lo que sucede hoy en día. Además, estar expuesto a distintas culturas (aunque sea sólo por éste género) sólo puede beneficiar al Público”.
El ritual concluyó a la 1:00 de la mañana, y la tribu, satisfecha, se retiró nuevamente a su espera de un año. Sin embargo, el trabajo de Romain Greco y su equipo aun no ha terminado, aún quedan por lo menos cinco ciudades más de la República que esperan ansiosamente la selección de Boursicot.
Si el lector está descubriendo que es un Publívoro, podrá encontrar mayor información de la gira en http://www.publivoros.com.mx/
Redactó Luiz Andrés Canedo, alumno de LCC del ITESM/ Foto: Andrés Zúñiga.-
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