México, D.F.-
La píldora cambió el mapa de la sexualidad en el mundo, pero décadas después de su aparición existen mitos que impiden a la mujer gozar plenamente su sexualidad sin riesgos de un embarazo no deseado.
Las ideas erróneas sobre los métodos anticonceptivos hormonales han propiciado conductas que llegan a alterar la vida personal y profesional de las mujeres y sus parejas.
Algunos mitos muy populares sobre anticonceptivos son:
Dañan la salud:
Falso. Por el contrario, ofrecen beneficios como: regulación menstrual, reducen cólicos y sangrados, protegen contra anemia y disminuyen el riesgo de cáncer de ovario y endometrio.
Engordan y resecan la piel:
Falso. Hay pastillas como la de la Y que contiene etinilestradiol y drospirenona que evita la retención de líquidos y favorece el control del peso, por su efecto antiandrogénico permite lucir un cutis más terso, mejora problemas de acné y reduce el exceso de grasa en el cabello.
Disminuyen los síntomas del síndrome premenstrual:
Cierto. Ayudan a disminuir el dolor menstrual y molestias en mamas. Sobre todo, aquellos anticonceptivos de microdosificación o la inyección mensual.
En jóvenes no se recomiendan los anticonceptivos:
Falso. Pueden usarse desde la adolescencia con el inicio de la vida sexual. Existen opciones discretas y efectivas como la inyección mensual siempre el mismo día, que inhibe la ovulación.
Si tomo pastillas tendré dificultades para embarazarme:
Falso. Los anticonceptivos hormonales simulan procesos naturales del organismo, inhibiendo la ovulación y con esto el embarazo. No existe un efecto acumulativo de hormonas en el organismo. Al dejar de tomarlos, ocurre una ovulación normal y se recupera la fertilidad.
Incrementan el deseo sexual:
Cierto. Las mujeres incrementan su libido, orgasmos y satisfacción sexual, ya que tienen la certeza de no quedar embarazadas.
Discussion about this post