México, D.F.-
La diputada federal Martha Lucía Mícher Camarena se pronunció por una maternidad libre y voluntaria, en la que la mujer viva a fondo su libertad y la ejerza, además de que sea capaz de decidir de manera responsable e informada.
En entrevista, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados lamentó que el festejo del día de la madre esté comercializado y se haya mercantilizado una función biológica hermosísima de la mujer como la maternidad.
Consideró que por el momento histórico que viven la humanidad y el país debe desmitificarse la capacidad de dar vida como un sufrimiento y dolor de una madre abnegada y, sobre todo, abatir el desolador mensaje de que “tener un hijo es sufrir: es tu cruz, y aguanta”.
Para cambiar esa perspectiva de la mujer-madre, dijo, deberán modificarse todas las estructuras educativas, religiosas, culturales, familiares, de medios de comunicación.
Incluso cambiar las políticas que validan y hacen prevalecer mensajes lamentables de que las mujeres nada más están para la maternidad y cuidar la casa, todo en el ámbito privado, cuando se tiene derecho también al desarrollo profesional o laboral en condiciones de igualdad.
Mícher Camarena se manifestó por impulsar una maternidad libre y voluntaria, cuyo significado es tener acceso a la información y educación para tomar decisiones.
“En el momento en que las mujeres ejerzan esos derechos para decidir voluntariamente concebir o no un niño y lo vivan como un privilegio y de forma gozosa, junto con más oportunidades laborales, porque muchas son jefas de familia, se logrará una sociedad más justa”, aseveró.
La representante del PRD reconoció que transformar las estructuras se logrará poco a poco, y ello es importante porque educar es un elemento fundamental para enseñar a los niños a pensar de manera diferente en torno a las mujeres y sus funciones en la vida.
Eso implica, puntualizó, no regalar sólo muñecas a las niñas, sino también rompecabezas, patinetas o bicicletas, así como explicar a los niños que “no pasa nada si ellos cargan un muñeco o lavan ropa, porque con eso van a ser hombres y padres responsables”.
De igual forma, que tampoco “les va a pasar nada cuando expresen sus sentimientos de cariño a su esposa e hijos”.
Subrayó que “en la educación está la base para cambiar a como dé lugar los patrones socioculturales patriarcales que han alentado la desigualdad de las mujeres”.
De esa forma se estará avanzando en el cumplimiento de lo que establece el artículo cuarto constitucional, que refiere que toda persona tiene derecho a decidir libre, informada y responsablemente sobre el número y espaciamiento de hijos.
Aseveró que dentro de esa perspectiva debe estar incluida la maternidad de todas las mujeres, adolescentes, jóvenes, adultas y de las que han sufrido alguna violación sexual “ante lo cual, lamentablemente, autoridades o familiares, sabiendo que fue abusada en sus derechos, no le permiten interrumpir legalmente el embarazo”.
Hizo notar que desde hace ocho años se ofrece en la ciudad de México a las embarazadas tres opciones: “continuar con su embarazo, llegar a término con la concepción y decidir por la adopción, e interrumpir legalmente el embarazo”.
La legisladora sostuvo que deben brindarse a las mujeres alternativas que les ayuden a decidir en qué momento y cuándo tener o acceder al ejercicio voluntario de la maternidad.
Desde su perspectiva, sólo así se podrá eliminar la mercantilización en que se ha convertido el día de la madre, pues son muchos años festejando esa fecha y sólo fue un pretexto para obtener los votos de las mujeres.
Estableció que festejar la maternidad de las mexicanas “es el día del nacimiento de cada uno de nuestros hijos e hijas, ese sí es un día de fiesta para cada mujer; cada cumpleaños de los hijos es el día de la maternidad”.
En otro punto, comentó que regalarles electrodomésticos y otros objetos que “no alientan el desarrollo personal, el descanso, la libertad, la seguridad o defienden la dignidad sólo contribuyen a seguir considerando a las mujeres como amas de casa, cuidadoras y las que tienen la responsabilidad del hogar y de los hijos”.
Por ello es deseable que desde la familia, esposos, hijas e hijos regalen una entrada al teatro o al cine, un día de diversión, un masaje relajante y no artículos que perpetúan el estereotipo de la madre sufrida y abnegada que ha prevalecido en nuestra cultura.
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