México, D.F.-
Muchos son los temas que se asocian con la cultura japonesa: samurais, manga, tecnología, sushi, geishas y kimonos. Esta última es la prenda más tradicional de Japón, la cual se confeccionó durante el periodo Heian (794-1185), cuando la capital era Kioto.
El kimono era, al principio, la ropa que podían portar los nobles. Competían por el número de capas con que estuvieran confeccionados; las versiones más elaboradas que llevaba la familia imperial podrían llegar a tener 12 capas. Después se convirtió en tradición popular, mezclando colores de acuerdo a las estaciones del año y la clase social.
El significado de la palabra kimono es “llevar una cosa”, así de simple. Pero su estética aporta datos personales de quien lo porta, desde la edad hasta su estado civil.
Aunque estos vestidos son utilizados principalmente por mujeres, también los hombres lo llevan. No es común ver por las calles japonesas a alguien vestido con un kimono, pues sólo se utilizan durante eventos especiales como bodas. Y si llegas a encontrarte con uno, primero hay que asegurarse de que no es uno de los tantos turistas que los rentan para tomarse fotos.
Una difícil decisión
Saber el tipo de kimono que se debe utilizar no es una tarea fácil para los japoneses. Desde pequeños toman clases llamadas kitsuke. Las lecciones son para diferenciar las telas, colores, largo y accesorios que lo complementan.
Para las mujeres hay 15 tipos de kimonos. El más suntuoso es el uchikake. Es el traje nupcial y debe estar elaborado en seda. El bordado se hace de colores brillantes y con motivos que representen abundancia y prosperidad: grullas, agua corriendo, flores, pinos.
El lado contrario de este kimono es el mofuku, símbolo de tristeza utilizado en funerales. Es completamente negro.
Cuestión de edad
Kurotomesode es el kimono más formal para una mujer casada. El patrón de confección se rige por las reglas más conservadoras: colores sobrios, mangas cortas (55 o 70 cm) y mientras más edad, menos adornos, éstos deben ir concentrados en la parte izquierda. Si es joven, entonces puede llevar cinco estampados.
El furisode es para las solteras. Los colores llamativos y la gran cantidad de estampados florales, así como las mangas que generalmente llegan a los tobillos, son un atrayente infalible. Se utilizan durante una boda o en la primera ceremonia de té del año.
El de uso cotidiano se llama komon. Puede estar confeccionado en algodón o telas sintéticas. Hay mujeres que lo decoran en casa, utilizando plantillas y colorantes artificiales. Éste puede ser rentado a turistas desde 3 mil 500 yenes por hora. (34 dólares).
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