México, D.F.-
Inicia la Semana Santa. Se trata de una semana que sirve para muchas cosas, como una vacación con la familia o con los amigos o realmente como días de descanso (no siempre muy merecidos, pero eso no importa); es también una oportunidad para conocer muchas tradiciones mexicanas que tienen un sentido o una raíz religiosa tales como la “visita de las siete casas”, las “procesiones de silencio” (como las de San Luis Potosí, Pátzcuaro o Querétaro en Viernes Santo), las representaciones del “viacrucis”, entre otras la que ha evolucionado ya a la famosa “representación del Cristo de Iztapalapa” (Así le llama el comité organizador pero el nombre de su comité lo escriben con X: Ixtapalapa); en lugares como Taxco y en general en todo nuestro país, millones de mexicanos viven y conviven en esta semana.
Estas fiestas, celebraciones, conmemoraciones, son parte de una rica tradición religiosa de nuestro México en las que también se mezcla un sincretismo del que tanto se habla y que podemos encontrar en todas partes, por ejemplo en las celebraciones de los Rarámuris en Chihuahua o de los Coras en Nayarit. México desconocido es una publicación periódica que narra en sus páginas, entre otras cosas hermosas de nuestro país, este tipo de tradiciones.
Coincide también la Pascua Judía (este año, del 14 al 22 de abril). La Pascua es una hermosa historia del pueblo Judío al que yo aprendí a respetar y admirar desde que yo recuerde; además, en términos cristianos, era la que estaba celebrando Jesús en esos días. La coincidencia es constante porque la fecha de las dos celebraciones tienen como punto de referencia el siguiente domingo a la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Las historias de estas dos celebraciones son en sí fascinantes, llenas de humanidad y de fuerza. Se traducen en fiestas de libertad y de vida. La Pascua es un paso de la esclavitud a la libertad y de la muerte a la vida.
La comunidad judía celebra hoy lunes especialmente su primer Seder de Pesaj con una cena. Por su parte la comunidad católica tiene la misa de vigilia (así se llama a la misa que se celebra del sábado al domingo de resurrección) y se celebra también en muchas partes del mundo con una cena.
Si a esas tradiciones e historias le agregamos la fe, sin duda toman otras dimensiones. Estos días se acompañan de lecturas, ceremonias, misas, comportamientos personales como el del ayuno o el sacrificio de algo que nos gusta —como para demostrarnos que no necesitamos de tanta cosa—. Es muy fácil encontrar lecturas y reflexiones así como la propia Biblia en la que encontramos narraciones que nos recuerdan juicios injustos, traiciones, tentaciones o que nos recuerdan a las víctimas, a los perseguidos, a los más necesitados, a los condenados sin pruebas; lecturas que también nos hablan de la libertad, el servicio, el compromiso, la entrega, la humildad, el perdón y la reconciliación, la esperanza, la vida. Días importantes sin duda para quienes celebramos la Pascua; tenemos ceremonias, celebraciones que con el silencio y la oración nos ayudamos a vivirlos; pero en cualquier contexto nos sirven para reflexionar sobre temas que, si bien se hallan vinculados a estos días religiosos, también se hallan relacionados con nuestra historia actual y nuestra realidad; días en los que podemos aprovechar para la introspección y la reflexión personal. Un momento así siempre nos hará más humanos, más nobles y congruentes… como dijo Carlo María Martini S.J: “Los gestos y costumbres sólo son útiles si nacen de un convencimiento interior y saben expresarlo, encarnarlo e irradiarlo”.
Felices vacaciones, Feliz Pesaj, Felices Pascuas de Resurrección.
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