México, D.F.-
Claudia Rojas es una de las 40 millones 870 mil mujeres mayores de 12 años de edad que son madres y de las 17 millones 165 mil con al menos un hijo y que trabajan.
Ella realiza doble jornada: en su centro laboral y en su hogar, en donde también hace varias actividades en sus días de descanso.
Claudia tiene dos hijas: Daniela y Valeria, y como otras madres, se levanta desde las cinco de la mañana para despertarlas, apurarlas a que se vistan, se baña, arregla, prepara el lunch, les da el desayuno, peina, tiende la cama, lava trastes, deja agua y alimento al perro, verifica que todo esté en orden y que no se les olvide nada.
Ella forma parte de ese 42% de madres que trabajan, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), donde se señala que de este porcentaje que son más de 17 millones, 60.1% son empleadas subordinadas y remuneradas, 28.7% trabajan por cuenta propia, 8.1% lo hace sin recibir pago y 3.1% son empleadoras.
Del total de mujeres con al menos un hijo, 22.3% son jefas de hogar.
En el caso de Claudia, no es totalmente responsable económicamente de su familia, pues su esposo contribuye a esto. No así en todas las actividades del día, pues su horario de trabajo es de, al menos, 12 horas.
“Afortunadamente tengo un horario que me permite trabajar mientras ellas (sus hijas) están en la escuela y atenderlas por la tarde. Comemos juntas, les ayudo en las tareas de la escuela y las llevo a otras actividades. Tengo la responsabilidad de atenderlas y a la par, entre otras cosas, hacer la comida y el quehacer”, comenta.
Empleada del Servicio de Administración Tributaria (SAT), la joven madre resalta que las labores del hogar, además de ser un trabajo no remunerado, muchas veces no es reconocido, por lo que debe haber mayor participación de los hombres en esto.
Aporte económico
Según los resultados más recientes de la Cuenta Satélite de Trabajo no Remunerado del INEGI, que efectúa la valoración económica de los servicios que se prestan al interior de los hogares, como son el quehacer doméstico y el cuidado de las personas, ellas registran la mayor carga total de trabajo, con 54.2%, lo que implica que por cada 10 horas de trabajo femenino, los hombres realizan 8.5 horas.
El papel de las madres en el trabajo no remunerado del hogar tiene un aporte fundamental en el bienestar de la población, contribuyen en promedio con 41 mil 100 pesos anuales para las necesidades de casa.
Ignacio Rubí Salazar, subsecretario de Inclusión Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), dio a conocer que en unas semanas comenzarán a regir cambios y adiciones al Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo, que ayudarán en gran medida a las mujeres y particularmente a las madres trabajadoras, en aspectos como el doble rol que realizan a diario en sus centros laborales y hogar.
“Tienen que dedicarse a los niños, la escuela, la comida, la ropa, entre otras cosas, en donde los varones luego no nos damos cuenta de esa doble jornada de trabajo que están cumpliendo ellas”, dijo.
Claudia Rojas se convierte en la administradora familiar. Organiza la compra de alimentos, los pagos de servicios, de colegiaturas, entre otras actividades, mientras su esposo, quien trabaja más horas, tiene otras funciones. “No es difícil, siempre y cuando se tenga un orden”.
Para Claudia, la jornada doble como madre y trabajadora, es común y es característica de las sociedades. “Lo hago con gusto, es mi vida. Y aunque a veces me canso, el ver que mi familia está bien, me carga la pila para seguir cada día”.
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