Guadalajara, Jal.-
Menos estrés mejora la calidad de vida de pacientes con cáncer, afirmó la especialista Bárbara Andersen, al señalar se ha convertido en un grave problema de salud que afecta a quienes padecen esta patología, debido a que el sistema inmunológico se debilita.
La profesora encargada del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Ohio, señaló que el cáncer es la enfermedad más temida, y la mayor parte de las personas tienen de la creencia de que su diagnóstico está asociado con el dolor, el sufrimiento y la muerte.
Indicó que con base en un tratamiento psicológico practicado a mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, lograron descubrir que la enfermedad avanzaba ante la presencia de estrés.
“La relación entre los niveles altos de estrés y los niveles bajos del sistema inmunológico se presenta en aquellas mujeres que tienen problemas sentimentales, enfermedades terminales, en este caso el cáncer”, afirmó.
Añadió que como consecuencia del estrés se produce una alteración en el sistema inmunológico, al mismo tiempo que origina comportamiento desordenado en los hábitos de vida de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, situación que empeora su salud.
Subrayó que en el estudio que realizó a pacientes con cáncer de mama en las etapas 2 y 3, se realizaron sesiones por grupos para ayudarlas a mejorar su nivel emocional desde los ámbitos sexual, de pareja, laboral y familiar y sobre todo la mejora en sus hábitos alimenticios.
Mencionó que lo anterior evidenció una aceptación de la enfermedad y una mejora en la relación con los miembros de su familia.
Precisó que el tratamiento tuvo duración de cuatro meses con sesiones de 90 minutos, donde se manejaron técnicas para manejo y control del estrés; al concluir este tiempo se dio seguimiento a las pacientes para mantener un nivel psicológico que no generara estrés.
Detalló que al finalizar el tratamiento psicológico, el resultado final determinó que 60 por ciento de las mujeres que asistieron a las sesiones presentaron una reducción de riesgo de muerte.
Apuntó que este modelo de trabajo fue llevado a cabo por terapeutas en colaboración con ella, “dicho abordaje psicológico debe ser complementado en los tratamientos tradicionales del cáncer”.
Resaltó que su trabajo actual se centra en el desarrollo de intervenciones para los pacientes con alto riesgo de morbilidades psicológicas o de comportamiento, o la muerte prematura por cáncer.
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