Narran vivencias de los criptojudíos en noreste de México

Monterrey, N.L. / Octubre 14.-
Los criptojudíos tuvieron que mantener una doble identidad respecto a sus creencias religiosas, a causa de la persecución que se dio tras la colonización española por parte de la Inquisición.
Este fue el tema principal de la conferencia que brindó ayer Alicia Gojman de Backal, doctora en historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, durante la charla “Vivencias y razón de ser del Criptojudío en el Noreste de México” en el Museo de Historia Mexicana, dentro del marco de las actividades del Festival Internacional de Santa Lucía 2009.
En la conferencia, la autora, quien lleva 18 libros publicados y ha recibido importantes reconocimientos como el de Memoria del Mundo por parte de la UNESCO, resaltó que en la época de aquella persecución religiosa protagonizada por la Santa Inquisición, fue muy difícil de sobrellevar para quienes a la fuerza, tenían que fingir ante los demás y en la calle, ser de una religión cristiana, mientras que en su casa tenían las costumbres y creencias típicas del judaísmo.
“Lo cierto es que se dio una simbiosis de ambas religiones…estos hombres ya no eran completamente judíos, pero nunca llegaron a ser cristianos…su razón de ser estaba justificada por la gran presión que venía del exterior”, dijo la investigadora nacional y directora del Centro de Documentación e Investigación de la Comunidad Ashkenazí de México.
Y es que a medida que la colonización española comenzó a extenderse en la Nueva España, la población judía, que había emigrado a América a consecuencia de la persecución religiosa que ejercía la Santa Inquisición, comenzó a poblar las regiones más septentrionales del reino.
Gojman de Backal destacó que en el siglo XVI, entre las familias que viajaron al noreste mexicano para poblar la región, se encontraba la de Don Luis de Carvajal, y que incluso las encabezaban Alfonso de León y el mismo Diego de Montemayor.
Y de hecho, en 1596 la Inquisición llevó a Don Luis Carvajal a la Ciudad de México, donde fue acusado de faltar a la fe católica y lo torturó hasta que murió tras las rejas, al igual que algunos miembros de su familia.
La oradora señaló que hoy en día pueden observase algunas señales de esa conversión de religiones, las cuales han quedado muy arraigadas y que son una consecuencia de las costumbres de los criptojudíos.