Monterrey, N.L. / Abril 27.-
En el siglo XXI, “los que no saben, siguen estando en manos de los que saben”, sentenció el escritor mexicano Felipe Garrido, director adjunto de la Academia Mexicana de la Lengua quien al abundar en su analogía sobre “Tarzán de los Monos” para explicar el valor de la lectura, destacó que fue precisamente ésta la que devolvió al humano al mundo de los hombres al que pertenecía.
Un año entre sus padres, Lord y Lady Greystoke, quienes lo habían acercado a le lectura con el susurro de sus voces, lo llevó a que años después, al volver a las ruinas del hogar de sus difuntos padres aprovechara la valiosa herencia que le habían dejado en los gastados libros que ahí permanecían, y a que, habiendo conquistado con la fuerza y la astucia el mundo de los monos, pudiera ahora, con la fuerza del conocimiento, conquistar también el mundo de los hombres.
“Es una alegoría un tanto infantil si quieren, pero lo que nos hace humanos es el lenguaje y lo que nos hace mejores o peores es lo que seamos capaces de hacer con ese lenguaje y una de las primeras cosas que se hace con el lenguaje es tener conciencia del mundo y aprender”, sentenció el 25 de abril durante la presentación del programa “Pasión por la lectura” del Tec de Monterrey, que tiene como objetivo fomentar el goce por la lectura así como formar una cultura literaria en cada egresado.
Si bien Garrido celebró que en 20 años -entre 1980 y 2000- México hizo grandes avances reduciendo el analfabetismo a sólo 9.5 por ciento, esto no implica que los mexicanos que saben leer y escribir, tengan la capacidad de ser lectores y de entender a quienes escriben. “Un lector es quien lee todos los días de su vida, de manera voluntaria y trata de entender lo que lee”, dijo.
Agregó que la lectura no se puede imponer y que la única manera de hacer que más personas lean, es por contagio. “Un lector se hace, al igual que en los deportes; un lector se hace si tiene la fortuna de que alguien se le acerque, le tolere sus errores y con suma paciencia, amor, dedicación y voluntad va dirigiendo su lectura”, comentó.
“Una institución como el Tec de Monterrey, encargada de que muchos jóvenes en México sepan, no puede conformarse con que sus alumnos sepan los contenidos asociados a su profesión. Necesita darles una visión más amplia del mundo, de su profesión, de las oportunidades que existen y no existen, lo que, creo yo se logra mejor con el camino de la literatura”, afirmó.
Enfatizó que para contagiar a los alumnos ese entusiasmo por los libros, los profesores deben conocer y sobre todo, tener un entusiasmo auténtico por las obras que invitarán a sus alumnos a leer.
Felipe Garrido finalizó su participación recordando la esencia misma de la labor de la Universidad, que solo se cumple, si desarrolla un pensamiento integral en los alumnos. “La lectura además de aportar conocimiento, fomenta tres clases de pensamiento: el abstracto, es decir el de las ideas; el crítico que invita a dudar y a cuestionar la información que nos ofrecen y el utópico que nos lleva a imaginar lo que no existe y que se aplica en todas las áreas del conocimiento”. Si una universidad no logra esto en cada uno de sus alumnos, es que algo –dijo- le está faltando por hacer.
ESTRATEGIA
El doctor Carlos Mijares, vicerrector académico y quien está al frente de esta estrategia, explicó que se inició una consulta – que termina este 29 de abril- entre profesores y directivos con el fin de elaborar un listado básico general de libros que se recomendarán para la lectura de los alumnos del Tec de Monterrey a nivel nacional, y que algunos campus y carreras generarán a su vez, su listado complementario.
Señaló que se trata de un programa voluntario con flexibilidad, aunque algunos campus decidieron poner algún mínimo con carácter de obligatoriedad. Además, tres materias de educación general que se ofrecen en todas las carreras del Tec de Monterrey: “Análisis de expresión verbal”, “Expresión verbal y el ámbito profesional” y “Humanidades y Bellas Artes”, trabajarán para incorporar de manera natural la lectura de los libros incluidos en los listados.
Agregó que el programa Pasión por la Lectura, se reforzará con esfuerzos ya existentes desde tiempo atrás para el fomento de la lectura, como el sitio eLe, la labor de la Cátedra Alfonso Reyes (CAR), la realización de campañas de promoción de la lectura, se enriquecerá el acervo de las Bibliotecas, se generarán clubes de lectura, se invitará a utilizar el valioso acervo de la Biblioteca Cervantina y sus colecciones, y se realizarán concursos de creación literaria, entre otras actividades.
El vicerrector agregó que parte importante del programa es la medición periódica de su efectividad, por lo que se establecerán indicadores para medir no sólo cuánto leen los alumnos sino qué leen y que tópicos eligen, además de que se realizará un foro -probablemente en diciembre- para que se intercambien las experiencias que tuvieron los profesores en cada campus
“Pretendemos que nuestros graduados del Tec de Monterrey, cuando se lleven su título profesional, no sólo hayan leído las grandes obras literarias sino que, sobre todo, hayan adquirido la pasión, el gusto, el compromiso de ser adictos a la lectura, que se conviertan en promotores de la lectura una vez que sean profesionistas”, destacó.
SER LECTOR
En su participación el Prof. David Noel Ramírez, rector del Tec de Monterrey, explicó que el programa Pasión por la Lectura será de carácter permanente y se incorpora como herramienta de apoyo al Modelo Educativo de la Institución, pero sobre todo al reforzamiento de las actividades en ética transversal y ciudadanía, por lo que pidió a los profesores poner el mismo ímpetu que han dado a la impartición de la Ética Transversal en la formación humanista de los alumnos.
“Creo que este enfoque de que todos los egresados del Tec de Monterrey al paso por nuestras aulas entiendan, vivan la experiencia, disfruten y gocen el aspecto de leer que les dé la capacidad de reflexión, de análisis crítico a la vuelta del tiempo tendremos una mejor sociedad, un México mejor”, consideró el rector.
Explicó que a su parecer la universidad permite a los jóvenes encontrar y entender su razón de vivir. “Necesitamos entender que nuestra vida no puede estar a la deriva y este programa de Pasión por la Lectura tendrá que ayudarnos a la vuelta del tiempo a que este país no siga a la deriva, no siga manipulado por unos cuantos que nunca tuvieron la capacidad de leer pero si de perturbar a la mayoría de nosotros porque en gran parte son fruto de la apatía y la indiferencia de muchos de nosotros”, comentó.
“Para mí es de un gran regocijo dar por iniciado este gran proyecto que debe ser motivo de orgullo y que la comunidad académica, todos nosotros, directivos, académicos y empleados no únicamente nos preocupemos de que nuestros alumnos sean apasionados de la lectura sino que nosotros, como ya lo hemos hecho con la ética y la ciudadanía, demos testimonio de que leer engrandece al ser humano y en cambio la apatía y la indiferencia al libro lo envilecen”, concluyó el rector.
Redactó Aida Ortiz (Agencia ITESM).-
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