Monterrey, N.L.-
Los procesos, los momentos liminales, el paso del tiempo, y cómo estos afectan al desarrollo de las cosas las cuales se convierten en algo diferente a lo que comenzaron siendo son los temas que explora la artista Chantal Peñalosa en su exposición “Chantal Peñalosa. Another MIllion Moments”, que será inaugurada mañana miércoles 3 de agosto a las 7:00 p.m., en la plata baja de la Nave Generadores del Centro de las Artes, ubicado en el interior del Parque Fundidora.
Dicha exposición, curada por Eduardo López, cofundador de la Galería de Arte FF Projects, está conformada por una instalación y obra gráfica de esta destacada artista, originaria de Tecate, Baja California, México, quien estudió Bellas Artes en la Universidad Autónoma de Baja California y en la Universidad de São Paulo.
La exposición “Chantal Peñalosa. Another MIllion Moments” es organizada por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León en coordinación con FF Projects.
“A través de gestos y acciones que intervienen en la cotidianidad, Chantal Peñalosa establece diálogos con entidades que aparentemente no pueden responder: recuerdos, rumores, arquitectura, piedras, nubes, aromas o gestos. Acciones performáticas archivadas en fotografías, esculturas, instalaciones, publicaciones o videos”, señala Eduardo López en el texto curatorial.
“Sus exploraciones dialogan con fenómenos como la espera, lo desapercibido y el paso del tiempo, arrojando luz sobre cuestiones políticas y sociales. Recientemente ha trabajado en pasajes de historia del arte y literatura que parecen estar para siempre en suspenso por haber sido omitidos, olvidados o rechazados.
“La práctica basada en la investigación de Peñalosa surge de pequeños gestos e intervenciones en la vida cotidiana que pretenden exponer las nociones de trabajo, espera y demora. La repetición es un elemento crucial en su proceso, funcionando como una alusión al absurdo, la meteorización y los efectos alienantes del trabajo.
Para Peñalosa la repetición de acciones evoca estados latentes en los que el diálogo aparece unilateral y suspendido en el tiempo”, expone.
Un políptico fotográfico de nubes, cada foto enmarcada con un letrero del lugar, la fecha y la hora de la foto respectiva en la frontera entre Estados Unidos y México, no puede limitarse a los conceptos de nubes y paisajes ya que al acercarse a la obra y encontrar las descripciones de panel sobre la hora y la fecha de un cruce fronterizo, la obra toma otro significado.
El concepto de ir de un lado a otro es lo que Peñalosa aprovecha aquí, tanto dentro de su texto como dentro de las propias nubes. Formalmente, primero nos da (al menos desde el otro lado de la sala de una galería) nubes tenues, brillantes y dinámicas. Fenómenos naturalmente cambiantes; nunca estáticos. Luego, les da una hora y un lugar a través del texto.
La propia Peñalosa describe esta pieza como: “dípticos fotográficos que registran los cambios sutiles en las formaciones de nubes que ocurren en el tiempo que se tarda en cruzar la frontera entre Estados Unidos y México”.
Sin título de Peñalosa establece sus marcos formales, sus fronteras, para hacer evidente su descripción de algo que nunca podrá ser contenido por completo. La medición en el espacio y el tiempo definidos por el ser humano dentro de los textos descriptivos, sin embargo, apunta al concepto de entrar o salir, y a nuestra percepción de una misma cosa una vez que se ha cruzado una línea.