Belén, Jer. / Diciembre 18.-
Los palestinos esperan una cifra récord de turistas en esta época navideña, fruto de los últimos años de calma en la zona y una intensa campaña de Israel, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la Iglesia para atraer a peregrinos a Tierra Santa.
En los próximos días se prevé que llegarán unos 90 mil peregrinos de todo el mundo para pasar las Navidades católica, ortodoxa y armenia en Tierra Santa, una cifra que demuestra el regreso sostenidO del peregrinaje a los lugares santos, tras años y años de conflicto.
Proyecciones del Ministerio de Turismo de Israel indicaron que al final de 2010 se espera que hayan visitado el país dos millones 400 mil turistas cristianos, la mitad de ellos por motivaciones religiosas, cifra récord en toda la historia.
“Los turistas y peregrinos pasarán por los lugares santos y participarán en las misas que tendrán lugar en Belén y Nazaret”, indicó ese ministerio en un comunicado.
La dependencia subrayó la importancia en la vida cristiana del lugar donde nació Jesús y donde el arcángel Gabriel anunció a María su nacimiento.
Para la población de Belén, que desde el año 2000 ve restringida su libertad de movimientos por el muro israelí que rodea la ciudad por el oeste y le impide llegar a Jerusalén, la llegada de decenas de miles de peregrinos es una vital inyección de capital.
“No es posible encontrar más habitación en Belén para este período”, aseguró a periodistas Samir Hazbun, jefe de la Cámara de Comercio de Belén, ciudad en la que hay unos 30 hoteles y centros de hospedaje para peregrinos con un poco más de dos mil 700 habitaciones.
Comparados con los seis hoteles de 1995, el potencial económico del turismo en Belén va tomando la forma de una auténtica industria, similar a la que rodeó la histórica visita del entonces Papa Juan Pablo II en el año 2000.
Meses después estalló la Intifada Al Aqsa y durante los cinco años siguientes Belén estuvo fuera del itinerario mundial del peregrinaje cristiano.
Hasta que en 2005 israelíes y palestinos, con la ayuda de la Iglesia católica, lanzaron un plan de recuperación que las estadísticas de 2010 han demostrado fue muy eficiente.
La ministra de Turismo de la ANP, Khuloud Dabes, indicó que hay un incremento de 40 por ciento de turistas respecto a la Navidad anterior, pero lo más importante para ella es que el peregrinaje empieza a dejar dinero en Cisjordania.
“No sólo hablamos de más números, sino de que dejan más dinero, alrededor de un 10 por ciento del total de ingresos”, agregó la ministra en una visita prenavideña por la ciudad.
El otro 90 por ciento correspondería a Israel, donde los peregrinos pernoctan y pasan las horas de ocio tanto por razones de seguridad como porque los tour-operadores que los traen son en su mayoría israelíes y deben pasar por el único aeropuerto de la zona, en Tel Aviv.
En los últimos años Israel y la ANP extendieron sus campañas de publicidad por los países de Europa del Este, que han producido un superávit turístico de más de medio millón de personas sólo en el último año, hasta superar 3.2 millones de enero a noviembre.
La ministra palestina destacó que la “relativa calma en la situación política” es decisiva a la hora de que el turista decida visitar esta región, lugar de habituales enfrentamientos armados.
Detrás del impulso turístico se esconde también una masiva cooperación entre israelíes y palestinos para garantizar la apertura de las vías del peregrinaje y que todos los visitantes puedan acceder con relativa facilidad al territorio bajo control de la ANP.
Ministerios de Turismo, jefes de las distintas Iglesias, alcaldes, ejércitos y policías de los dos pueblos, amén de empresas privadas, participan en los esfuerzos que han de garantizar el masivo aluvión de visitantes esperado para los próximos días.
Sin embargo, para muchos esta situación expresa la contradicción en la que viven los palestinos.
“Todos podemos salir ganando del turismo, en Navidad y durante todo el año, pero el peregrinaje tampoco debe hacernos olvidar la situación en la que vivimos, nosotros seguimos en una prisión”, enfatizó George, un vendedor en una tienda en las proximidades de la Plaza del Pesebre.
George se refería al muro construido por Israel para impedir el ingreso de posibles suicidas a su territorio.
La necesidad de transmitir paz y seguridad para atraer al turismo es a veces contraproducente para los intereses políticos palestinos a la hora de convencer al mundo de su sufrimiento por la ocupación y aspiración a la independencia, un mensaje igualmente problemático para los israelíes.
“A veces se da la circunstancia de que las campañas diplomáticas de nuestra Cancillería, en las que apela reiteradamente a los ataques palestinos, se convierten en una trampa para nuestras campañas publicitarias”, dijo bajo anonimato una fuente de Turismo en Israel.
Para salir de “esa trampa” las partes tratan de separar los intereses económicos de los políticos, algo que se hace imposible en momentos de conflicto armado, cuando las noticias sobre disparos, bombardeos y ataques afloran por todos los medios de prensa del mundo.
Fue el caso de diciembre de 2008, cuando estalló la guerra de Gaza y con ella se esfumaron en cuestión de días los esfuerzos e inversiones para devolver al peregrinaje, que a pesar de la crisis financiera mundial comenzaría a regresar a Tierra Santa a mediados de 2009.
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