San Luis Potosí.-
Gonzalito, como le dicen de cariño las doctoras y enfermeras, nació prematuro y apenas puede abrir sus ojos, pero no ha dejado de sonreír desde que llegó al mundo.
Pese a que el menor está conectado a oxígeno y se alimenta mediante una sonda, sus papás y el personal del Hospital Central Ignacio Morones Prieto confían en que seguirá creciendo, pese a que nació de 28 semanas.
Él es el bebé más pequeño de los 28 que se encuentran en la UCI de Neonatología de este nosocomio y se ha convertido en el consentido del área, pues se aferra a la vida y tratamientos con una gran sonrisa.
Acorde con las cifras proporcionadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social en San Luis Potosí, en la entidad potosina, durante el año pasado, nacieron 5 mil 725 personas, de las cuales el 11%, es decir, 629 menores, vinieron al mundo en condiciones prematuras, lo que implica que nacieron antes de cumplir las 37 semanas de gestación.
Aunque el nacimiento prematuro de una persona está catalogado como la primera causa de muerte en menores de cinco años, Karen Serrano, residente a cargo de Gonzalito, dijo que el que los bebés nazcan de esta manera no es sinónimo de problemas de salud a futuro o de muerte.
Destacó que con cuidados del personal capacitado y la ayuda de la tecnología, actualmente los neonatos han podido desarrollar su vida de manera favorable y que el índice de mortandad en estos pequeños ha ido a la baja, así como que padecimientos más comunes en este tipo de niños, como la parálisis cerebral infantil, se han podido superar, es decir, que los niños que nacen incluso antes de 30 semanas pueden desarrollarse de manera favorable.
“No sólo es ingresarlos y poderlos mantener con vida, es que tengan un buen diagnóstico, que salgan sin retinopatía, que si tienen una complicación como cardiopatía es que salga valorado y con tratamiento, que se pueda resolver. Es egresar a estos pacientes con las mejores condiciones para que justamente sean unos niños sanos”, agregó.
Para la familia de la señora Jessica, la atención que le brindó el personal a su hija, quien también nació prematura, fue fundamental para que la salud de su bebé mejorara. Señaló que luego de poco más de 10 semanas, de noches de incertidumbre y desvelo, su niña se prepara para salir pronto del área de prematuros que se encuentran en condiciones estables.
Debido a la gravedad del ingreso de su hija, la mujer hizo un llamado a las futuras madres para atender el embarazo de manera oportuna, seguir las indicaciones que les recomiendan los doctores, como el control prenatal, para evitar complicaciones durante la gestación, aplicarse las vacunas correspondientes, cuidar su alimentación y, sobre todo, tener un embarazo informado y tranquilo.