Reynosa, Tamaulipas.-
Desde el interior de los vehículos quienes lo observan en el crucero se sorprenden por las “maravillas” que este hombre, que viste el uniforme de la selección de Argentina, hace con el balón.
Domina el esférico con el pecho, lo rueda por un brazo, llega a uno de sus hombros, luego se desliza hacia el otro brazo y enseguida va a dar a su cabeza. ¡Se agacha y no se le cae!
En realidad, este treintañero argentino lo que hace es teatro negro. Atrás de él se encuentra su chica, mexicana, vestida con todo y rostro de negro y tras ella un vestidor del mismo color.
La chica sujeta un balón en color rosa fluorescente atado a un cordón negro también y es ella quien en realidad -atrás de su pareja-, rebota el balón en su pecho y lo recorre por las partes de su cuerpo para proyectar un dominio extraordinario del mismo.
Esta rutina de aproximadamente 30 segundos, lapso que dura la luz roja del semáforo, lo hacen el argentino y su chica en varios cruceros de esta frontera. Este sábado estuvieron deleitando a quienes pasaban por el bulevar del Maestro y la avenida Miguel Alemán (a un costado del canal Rodhe).
El argentino, que porta una peluca de rizos, como lucía el astro argentino Diego Armando Maradona en su juventud, no quiere entrevista, pues dice que está tratando de regularizar su estancia en tierras mexicanas.
Acaso platica que él y su novia han recorrido algunas ciudades del país, haciendo este teatro negro callejero que les da para lo básico.
“Vos saber que esto es así, días buenos, días malos; pero bien, la gente nos ayuda con monedas y es divertido”.