Williamsport, Pa. /Agosto 23.-
Cuando todo indica que los pequeños de la Liga Treviño Kelly llegarán hasta donde sus nervios se los permitan, remando contracorriente en los partidos más duros que siguen, es necesario que sus familiares y amigos aquí en Williamsport reflexionen en actitudes porque todavía no han ganado nada.
El Torneo Nacional que tuvo lugar en Reynosa los trajo por vez primera –en 43 años de existencia de la Kelly- a este paraíso de instalaciones, y deben de estar agradecidos con los medios de comunicación que creyeron que el equipo nacional regresará con la frente en alto.
Porque son los medios quienes se encargan de taladrar en las mentes y en los corazones de un pueblo que, en tierras aztecas, tiene relegado al beisbol a un segundo lugar en las preferencias y en los presupuestos millonarios para su mercadotecnia.
Sin la prensa escrita, la radio y la televisión difícilmente existiría el llamado “rey de los deportes”, sobre todo el profesional porque la mayoría de las ligas pequeñas en México batallan en reclutar jugadores y en atraer patrocinadores.
Este domingo en Williamsport la otra delegación hospedada en un hotel del poblado de Danville, Pennsylvania, se despertarán seguros de que contra Alemania (mañana lunes)
sus jugadores seguro no van a sudar y que pasarán a la siguiente ronda para enfrentar a Curazao o Japón, en una semifinal del Grupo Internacional.
Luego de la preocupación que los acompañó a sus camas para dormir, los familiares de la Treviño Kelly tendrán que mantener la calma y las malas vibras. Olvidarse sobre el qué dirán en caso de que México en su versión 2009 llegue menos lejos que Matamoros A.C. el año pasado.
Quienes están en las gradas y no en el campo de juego, dejen a un lado la soberbia, los rencores, el protagonismo y la efímera fama, porque eso no ayuda en nada para llegar a cumplir los sueños junto a sus hijos, sobrinos, primos y amigos que visten con orgullo los colores de México.
Para lo que resta del Mundial de Beisbol: tengan humildad y agradezcan a todos los que apoyaron esta misión de la Treviño Kelly. Aprendan a digerir del mismo modo todas las noticias buenas como las malas.
Mañana será otro día y los reflectores estarán en otro lado. Y seguiremos siendo simples mortales.
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