Williamsport, Pa. / Agosto 31.-
Ha terminado una Serie Mundial más para México en Williamsport y es hora de comenzar a sacar las cuentas y comentarios de la lección que nos deja este viaje de casi dos semanas al paraíso del beisbol.
Para la Liga Treviño Kelly ha sido un momento de gloria, al que le faltó poco para convertirse en un campanazo que pocos esperaban.
Es cierto, el equipo es bueno, pero sinceramente al comenzar las hostilidades había otros arriba en los pronósticos como son China, Japón, Curazao y al menos un par de Estados Unidos.
A diferencia del 2008, cuando Matamoros se paró en esta capital del rey de los deportes con un verdadero “trabuco”, los niños de Reynosa iban a tratar de hacer, solamente, un buen papel… así, a secas.
Los cinco triunfos obtenidos a cambio de una derrota son algo más de la meta preconcebida y los deja como “héroes” de una ciudad a la que le sientan bien las noticias buenas en estos tiempos.
Lo mejor de todo es que el árbol del beisbol reynosense a echado raíces sólidas que se verán florecer en 2010, cuando las ligas locales de pelota infantil se vean colmadas con pequeñines que quieren hacer realidad su sueño de viajar a Williamsport portando el uniforme de México.
Para los padres de familia y directivos es también el primer paso para seguir trabajando duro en pos del bienestar de sus hijos a través del ejemplo social.
El beisbol infantil es disciplina, perseverancia, trabajo voluntario y son pocos los que logran coronarlo con un viaje a Williamsport.
Ya lo decía Eliud Villarreal, presidente de los Broncos de Reynosa egresado de esta liga: “ellos están haciendo algo que muchos quisimos hacer en nuestro tiempo”.
A los niños de la Treviño Kelly les digo que deben sentirse orgullosos por su participación en este torneo y que en el futuro ayuden a que las ligas pequeñas sigan siendo fuente de buenos ciudadanos.
Después de todo, ocuparon un honroso tercer lugar de 16 países participantes en este importante torneo.
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