Williamsport, Pa. / Agosto 23.-
El grito de “sí se puede”, “sí se puede” se volvió a escuchar en las gradas del Parque Howard J. Lamade en las voces de familiares y amigos del equipo mexicano, cuando iba empatado a una carrera contra Canadá en la parte baja de la séptima entrada, antes de anotar la carrera de la victoria.
En las gradas estalló la algarabía cuando el equipo tricolor, representado por al Liga Treviño Kelly de Reynosa, Tamaulipas, le puso números definitivos al marcador, asegurando prácticamente su pase a la siguiente ronda.
Desde una hora antes del inicio del encuentro, los aztecas era alentados desde las tribunas por una mancha de personas con los colores nacionales, portando letreros con frases de apoyo, vestimentas y sombreros mexicanos.
Entre ellos estaba Israel Flores y su esposa, padres del jugador Brando Flores, quien se han convertido en unos de los más entusiastas de la porra que la conforman cerca de 50 personas que hicieron un viaje en autobús de 46 horas, de la frontera mexicana a caso la frontera con Canadá.
El “sí se puede” se escuchó por vez primera en la sede de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas de Williamsport, cuando en 1997 el equipo de Linda Vista, de Guadalupe, Nuevo León, se alzó con el título.
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