Washington, E.U.-<\/strong> \u201c[La se\u00f1ora Nixon] predice que cuando decidas presentarte a las elecciones vas a ganar\u201d, escribi\u00f3 Richard Nixon a Trump en 1987. Acert\u00f3, dejando a Estados Unidos y al mundo occidental en shock ante un resultado totalmente inesperado.<\/p>\n El 8 de noviembre, a medida que se daban a conocer los resultados, los dem\u00f3cratas comenzaron a temblar. El temor a una derrota se convirti\u00f3 en un miedo real cuando la votaci\u00f3n en Carolina del Norte fue favorable a los republicanos. El miedo se volvi\u00f3 p\u00e1nico cuando, a la 1:36 de la madrugada del 9 de noviembre, Pennsylvania se te\u00f1\u00eda de rojo. Segundos antes de la llamada de Clinton al magnate, Wisconsin daba sus votos al republicano y entregaba las llaves de la Casa Blanca a Donald J. Trump.<\/p>\n Los dem\u00f3cratas debieron estar muy conscientes de su derrota. Alrededor de las 19:00 horas, cuando los conteos de votos marchaban \u201cseg\u00fan los previsto\u201d y a\u00fan se confiaba en el triunfo de Clinton, la candidata dem\u00f3crata public\u00f3 en redes sociales un mensaje que fue el primer foco rojo: \u201cEste equipo tiene mucho de qu\u00e9 estar orgulloso. Pase lo que pase esta noche, gracias por todo\u201d.<\/p>\n El escritor y periodista Ta-Nehisi Coates relata en \u201cThe Atlantic\u201d que \u201cla elecci\u00f3n de Donald Trump confirm\u00f3 todo lo que sab\u00eda de mi pa\u00eds y nada de lo que pod\u00eda aceptar\u201d. Para David Remnick, editor de \u201cThe New Yorker\u201d, \u201cla elecci\u00f3n de Trump a la presidencia no es m\u00e1s que una tragedia para la rep\u00fablica estadounidense, una tragedia para la Constituci\u00f3n, y un triunfo para las fuerzas, en casa y fuera, del autoritarismo, la misoginia y el racismo\u201d.<\/p>\n La campa\u00f1a de Trump se bas\u00f3 en la necesidad de recuperar el alma perdida de un pa\u00eds destrozado por el crimen, el terror y la corrupci\u00f3n que solo \u00e9l pod\u00eda salvar con promesas de deportaciones masivas de indocumentados, de ex\u00e1menes ideol\u00f3gicos para musulmanes y de la construcci\u00f3n de un muro en la frontera sur, todo combinado con insultos, esc\u00e1ndalos, lenguaje racista y mis\u00f3gino, y sembrando la semilla de la duda sobre las bases del sistema democr\u00e1tico, as\u00ed como de teor\u00edas de la conspiraci\u00f3n y mentiras (seg\u00fan el recuento de Politifact, Trump minti\u00f3 de alguna manera 86% de las veces que habl\u00f3). Su victoria fue el triunfo del discurso agresivo y populista, una ret\u00f3rica que estar\u00e1 en la Casa Blanca, y liderando la todav\u00eda primera potencia mundial.<\/p>\n \u201cAhora es momento para EU de curar las heridas que nos han dividido\u201d, dijo Trump minutos despu\u00e9s de su victoria, seguramente igual de incr\u00e9dulo que una poblaci\u00f3n que vio como la candidatura del magnate pas\u00f3 de ser una broma a una realidad en 18 meses. Horas antes, en un \u00faltimo mitin electoral masivo en Pennsylvania, Clinton hab\u00eda hablado desde un atril con el emblema de la presidencia de Estados Unidos, como preparando a los estadounidenses de la imagen que iban a ver los siguientes cuatro a\u00f1os.<\/p>\n El terremoto Trump destruy\u00f3 todo, haciendo historia a su manera: ser\u00e1 el primer presidente sin experiencia en el servicio p\u00fablico ni militar en liderar el pa\u00eds; un magnate que m\u00e1s que empresario era una celebridad.<\/p>\n \u201cCada naci\u00f3n tiene el gobierno que merece\u201d, escribi\u00f3 Joseph de Maistre a principios del siglo XIX. Gran parte de los estadounidenses conf\u00edan ahora que la sentencia no sea cierta. Existe una base para justificarlo: Clinton gan\u00f3 el voto popular por casi tres millones de votos, y s\u00f3lo el sistema del Colegio Electoral le priv\u00f3 de la victoria.<\/p>\n La mezcla de incredulidad, incomprensi\u00f3n, ira y rabia acumulada tras los resultados lanz\u00f3 a los j\u00f3venes a las calles (en su mayor\u00eda estudiantes de preparatoria y universidad) con la consigna de \u201cNot my president\u201d.<\/p>\n Durante una semana se realizaron marchas y protestas que, en algunos casos, se volvieron violentas. En tanto, los colectivos m\u00e1s atacados por el discurso de Trump, especialmente los inmigrantes indocumentados y las comunidades minoritarias, comenzaron a prepararse para lo peor.<\/p>\n Del otro lado, los discursos xen\u00f3fobos vieron justificada su existencia, y los ataques racistas se multiplicaron, en lo que muchas agrupaciones han denominado el \u201cefecto Trump\u201d.<\/p>\n Seg\u00fan un estudio del Southern Poverty Law Center, en los primeros 10 d\u00edas tras las elecciones se contabilizaron 867 actos de odio en todo el pa\u00eds, especialmente contra inmigrantes y afroamericanos. <\/p>\n Tras la victoria lleg\u00f3 la congratulaci\u00f3n de grupos neonazis: Trump supuso la confirmaci\u00f3n definitiva del auge del populismo, dando alas a movimientos de extrema derecha europea ante un 2017 con elecciones presidenciales en pa\u00edses como Francia o Alemania.<\/p>\n El d\u00eda despu\u00e9s de las elecciones, el presidente Barack Obama habl\u00f3 como el padre que tiene que consolar a un hijo que ha tenido su primera gran decepci\u00f3n amorosa. \u201cPodemos estar desilusionados con los resultados, pero tenemos que mantenernos con coraje. No seamos c\u00ednicos\u201d. La derrotada Clinton, al mismo tiempo que abandonaba su carrera pol\u00edtica y del sue\u00f1o de romper el \u201ctecho de cristal\u201d si se convert\u00eda en la primera mujer presidenta, se desped\u00eda con un mensaje conciliador y de esperanza.<\/p>\n Los dem\u00f3cratas se han sumido en una crisis profunda, en cuotas de poder m\u00ednimas y con la necesidad de dar un golpe de tim\u00f3n y decidir qu\u00e9 rumbo tomar ante la nueva situaci\u00f3n, en busca del alma perdida. El consenso crece en culpar de la derrota a la injerencia cibern\u00e9tica rusa y la p\u00e9sima gesti\u00f3n de los tiempos del FBI con el caso de los correos electr\u00f3nicos.<\/p>\n Si cada a\u00f1o que empieza es un c\u00famulo de deseos y esperanzas, Estados Unidos iniciar\u00e1 2017 cargado de dudas e incertidumbres. Nadie sabe qu\u00e9 va a pasar en una administraci\u00f3n Trump, y el poco \u00e9xito de las predicciones hace que nadie se atreva a augurarlo. Ni en temas pol\u00edticos ni del d\u00eda a d\u00eda, empezando por el papel de sus hijos en la administraci\u00f3n o el futuro de la empresa familiar, y siguiendo por su evidente cercan\u00eda al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin.<\/p>\n \u201cDonald Trump opera especialmente desde sus entra\u00f1as\u201d, explica David Cay Johnston, autor de The Making of Donald Trump, una base filos\u00f3fica simple y basada en el pragmatismo y la intuici\u00f3n, con respuestas efectistas e inmediatas. Igual que hizo con su empresa, espera gestionar el pa\u00eds.<\/p>\n Sus primeros nombramientos ponen en alerta a los m\u00e1s temerosos: la radicalidad de los perfiles elegidos, empezando por el supremacista blanco Steve Bannon como jefe de estrategia y siguiendo por la cantidad de generales, \u201chalcones\u201d y millonarios de su gabinete, esc\u00e9pticos del libre comercio y el calentamiento global, no auguran un mandato pl\u00e1cido.<\/p>\n El 2017 inicia el 20 de enero con un nuevo presidente en la Casa Blanca y una nueva era para Estados Unidos que, seguramente, transformar\u00e1 el orden mundial, como lo conocemos. Veremos si ser\u00e1 para bien.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" A las 2:30 de la madrugada del 9 de noviembre, Huma Abedin, la confidente de la dem\u00f3crata Hillary Clinton, marc\u00f3 el tel\u00e9fono de Kellyanne Conway, jefa de campa\u00f1a del republicano Donald Trump. Tras un breve intercambio de palabras de cortes\u00eda, Abedin dijo que su jefa quer\u00eda hablar con el magnate, y los tel\u00e9fonos cambiaron de mano. \u201cFelicidades por tu victoria\u201d, dijo Clinton a Trump. \u201cHas sido muy inteligente, muy dura. Has librado una campa\u00f1a tremenda\u201d, respondi\u00f3 el magnate. 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