Cannes, Francia.-
Contento tras la gran acogida que su cinta “Después de Lucía” ha tenido en Cannes, Michel Franco charla con detenimiento acerca de su nueva película en la que el director toca temas tan sensibles y actuales como el del bullying.
“Me parecía interesante investigar por qué los jóvenes sufren estas agresiones y cómo es que aceptamos este tipo de violencia porque a veces parece divertida”, cuenta Franco respecto a lo que lo motivó a ahondar en una situación sobre la que hasta hace poco se empezó a poner atención, por el aumento de los casos de suicidio relacionados con algún tipo de acoso escolar.
Para llevar a cabo la cinta, el realizador, director y productor que llegó a Cannes por primera vez con su filme “Daniel y Ana”, investigó en escuelas, habló con jóvenes y observó muy de cerca los comportamientos de los adolescentes.
“El bullying es algo sobre lo que no hay transparencia y de lo que nadie quiere hablar.
Pero basta sólo con observar lo que sucede para darte cuenta de lo que pasa ahí y de la gran cantidad de agresiones que existen”, contó.
Proveniente de un país en el que la violencia es el pan de todos los días, Michel intentó ser mesurado con las escenas hirientes y mostrar a la audiencia sólo lo necesario.
“Me era importante encontrar un balance y no mostrar estrictamente de más ni de menos, sino lo justo para que se sintiera la gravedad del asunto. Para mí respetar a la audiencia es una necesidad”, señaló el cineasta.
México y sus temas sociales
Desde siempre, Michel ha mostrado gran sensibilidad e interés por tocar temas sociales en sus filmes. “Es imposible ser mexicano y no interesarte por la sociedad en la que vives, más en un país como el nuestro”, asegura el director cuya intención fue hacer una película en la que no sólo se reflexione acerca del bullying sino de muchas otras cosas como la soledad y la falta de comunicación.
“La vida real es compleja y en las cosas que suceden intervienen muchísimos factores. Por ejemplo, en el personaje de Hernán Mendoza, el padre de Alejandra (Tessa Ia) podemos ver la fantasía de la venganza y cómo la violencia lo único que genera es más violencia. Eso es algo que tenía claro desde que empecé a escribir. Quería mostrar cómo incluso una buena persona es capaz de hacer cosas de las que se creyó incapaz”.
El uso de los celulares, smartphones, Twitter y Facebook es otra cosa que el director pone bajo lupa. “Cuántos más celulares tenemos y más tiempo dedicamos a las redes sociales, menos nos comunicamos. Muchas personas son muy articuladas en Facebook y cuando te encuentras con ellas te das cuenta de que es completamente diferente a lo que parecía en internet y no puede siquiera mirarte a los ojos”, asegura el artista que no tuitea ni es afecto a este tipo de redes.
Y, aunque su cinta ha recibido excelentes críticas, a Michel no le gusta detenerse a pensar en el pasado. “Soy alguien a quien lo que le importa es seguir rodando, trabajando y creando. Nunca me detengo y en cuanto termino una película ya tengo ganas de empezar con la siguiente”, asegura el creador que ya está escribiendo su próximo largometraje del que cuenta: “Me gustaría filmar a finales de este año o principios del siguiente. Estoy haciendo casting con actores de otros filmes para personajes de mis otras películas, pues se encontraran tres familias de mis otra cintas”, finalizó.
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