México, D.F. / Abril 29.-
En menos de una semana, dos hospitales de Servicios de Salud Pública del Distrito Federal dieron de alta a una pequeña que presentaba algunos síntomas de la influenza porcina, los médicos sólo le recetaron medicamento para que regresara a su casa y le reprogramaron una cita.
Cuatro días después de la primera visita al nosocomio, la niña de cinco años falleció de pleuroneumonía en su domicilio.
Con 38 grados de temperatura, Marco Antonio García Balladar y su esposa María del Carmen Meza llevaron el día sábado 25 de marzo a su pequeña María Fernanda al Centro de Salud Dr. Luis Mazzoti Galindo, donde un doctor la revisó y sólo le recetó dos goteros cada ocho horas con paracetamol. La niña tenía que regresar a consulta tres días después.
Al ver que no había una mejoría en la salud de la pequeña de cinco años, y además que ahora se quejaba de dolor en los huesos, los padres, con deseos de una mejor atención para la enfermedad de María Fernanda, la llevaron el día lunes 27 de marzo al Hospital Pediátrico de Peralvillo.
Sin embargo la atención fue la misma; los doctores le dijeron a la señora María del Carmen que su pequeña tenía una fractura en el fémur derecho y por ello le dolía su piernita, además presentaba algunos granitos en la cara y había que esperar para saber si era varicela y probablemente por ello la niña presentaba cuadros tan altos de temperatura.
Así, Marco Antonio, María del Carmen y María Fernanda regresaron a su hogar, ubicado en el número 206 de la Calle 3, en la colonia Agrícola Pantitlán, delegación Iztacalco. Ellos llevaban una nueva receta donde decía que la niña tomara seis mililitros de paracetamol en jarabe cada seis horas, durante cinco días. Pero la pequeña ya no pudo tomar esa dosis.
María Fernanda García del Carmen comenzó a presentar insuficiencia respiratoria durante la noche del lunes, su respiración cada vez era más rápida hasta que de un momento a otro, cuando el reloj marcaba las diez de la noche, la pequeña dejó de respirar.
Una vecina con conocimiento en enfermería trató de auxiliar a la menor, a pesar que intentó reanimarla con respiración de boca a boca, todo fue inútil. Aunque todavía no presenta síntomas, María Isabel Cedillo podría ser una víctima más de la gripe porcina.
Pleuroneumonia no traumática fue el resultado de la necropsia que le practicó un médico forense a María Fernanda, quien vivía con sus padres y tres hermanos más. Ahora, Dulce Janette, Berenice y Marco Antonio, de nueve, tres y dos años, corren el riesgo de haberse contagiado.
Los padres de María Fernanda son conserjes de una unidad habitacional, donde viven aproximadamente 40 familias, y con los que tienen contacto todos los días, ya que en el conjunto habitacional sólo hay una puerta de entrada y salida, que se encuentra a un costado de la casa de la familia García del Carmen.
Además, una vecina que tenía conocimiento en enfermería también corre peligro, ya que la noche que la pequeña empeoró de salud los padres la fueron a buscar y ella trató de reanimarla con respiración de boca a boca.
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