Washington, D.C.-
El presidente Barack Obama dijo que el criterio para determinar el retiro de Cuba de la lista de Estados Unidos de países promotores de terrorismo no estará determinado por coincidencias de política, sino por la valoración directa de este aspecto.
“El criterio es directo: ‘¿es este país en particular considerado un Estado promotor del terrorismo?’, no ‘estamos de acuerdo con ellos en todo?’ o si se involucran en actividades represivas en su propio país, esos son los criterios que van a ser considerados”, precisó el mandatario.
En una entrevista con la cadena radial NPR (Radio Pública Nacional), Obama precisó que una vez que el proceso de análisis sea concluido “voy a valorar muy de cerca lo que recomiende el Departamento de Estado -que tiene a su cargo esta tarea-”.
El presidente caracterizó este proceso como uno de los elementos de la nueva política de su gobierno hacia la isla, y con la cual se busca estar en una posición para cambiar las relaciones entre ambos países “de una manera que beneficie a los cubanos”.
“Creo que existe una oportunidad real aquí, y vamos a avanzar. Nuestra expectativa es que estemos en una posición en la que podamos abrir una embajada allá, tener contactos más regulares y consultas sobre muchos temas, algunos de los cuales tenemos intereses comunes”, dijo.
En noviembre pasado Obama anunció el restablecimiento de relaciones con Cuba, indicando que una de las primeras acciones que se buscaría concretar sería la apertura de sus respectivas representaciones diplomáticas en Washington y La Habana.
Este proceso en particular parece enfrentar atrasos a partir de la insistencia de Cuba para ser retirada de está lista, aunque el vocero presidencial Josh Earnest desestimó reportes de prensa en este sentido, haciendo notar que las pláticas a este nivel fueron iniciadas apenas tres meses atrás.
Obama reconoció que existen áreas de profundo desacuerdo entre ambos países, pero aseguró que aún en el gobierno de Cuba existe un deseo genuino de cambiar su relación con su principal adversario ideológico.
“Yo no espero una inmediata transformación de las relaciones Cuba-Estados Unidos de la noche a la mañana, pero veo la posibilidad, un enorme deseo en Cuba de empezar un cambio, un proceso que al final pueda llevar a más libertades y mayores oportunidades”, indicó.
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