Con un total de 2 mil 227 medallas, 889 de oro, 688 de plata y 585 de bronce, Estados Unidos se mantiene a la cima del medallero en la historia de los Juegos Olímpicos, sin embargo, los focos rojos se encienden en el atletismo, pues la delegación de las barras y las estrellas empieza a perder velocidad
Tras mantener la supremacía en las últimas cuatro Olimpiadas, Estados Unidos se tuvo que conformar con el segundo lugar en Beijing, tras ser superado por China y parte de este descenso tuvo que ver con la decepcionante actuación de los estadounidenses en pruebas atléticas.
Errores garrafales marginaron del podio a los norteamericanos, como el haber perdido la estafeta en las pruebas 4×100 varonil y femenil.
Lo cierto es que la “velocidad”, así tan fugaz y destellante como propio nombre lo indica, ya rebasó la frontera de Estados Unidos y llegó hasta el Caribe… a tierras caribeñas. Así de “rápido” es el atletismo de velocidad, que en menos de una semana se robó el corazón jamaicano a través de Usain Bolt.
Tres medallas de oro y tres récords del mundo convierten al atleta caribeño en el nuevo rey del “relámpago”, pues bajó a 9.69 el récord mundial de 100 metros planos; acabó con la marca de Michael Johnson en los 200 metros y fue pieza fundamental en el récord mundial que impuso el equipo de Jamaica en los relevos 4×100.
Usain Bolt es ahora el hombre más rápido del mundo y la velocidad de Estados Unidos ha sido atropellada y comienza a rezagarse.
Beijing fue testigo del rompimiento de múltiples récords y el atletismo no fue la excepción con cinco plusmarcas mundiales y 17 olímpicas, sin embargo, Estados Unidos ahora no formó parte de estas proezas.
Con más de 600 atletas en esta justa olímpica, Estados Unidos buscaba una vez más la supremacía en el medallero, hecho que no sucedió, y lo peor, es que dentro su especialidad, el atletismo de velocidad, resultó ser la parte más amarga del torneo.
Y es que aunque fue el país con más preseas doradas en Atletismo con siete -23 en total-, ninguna medalla llegó en las pruebas de velocidad.
Por muchos años Estados Unidos fue el rey de la velocidad, en especial en los 100 metros planos. De los 15 atletas que han logrado registrar su marca como la más rápida del mundo en la prueba de los 100 metros planos, sólo cinco no han sido estadounidenses: Percy Williams (Canadá), Donovan Bailey (Canadá), Armin Hary (Alemania), Asafa Powell (Jamaica) y Usain Bolt (Jamaica).
Ahora, los grandes mitos del mundo del atletismo estadounidenses en pruebas de velocidad, como Jesé Owens, Carl Lewis y Leroy Burell, por mencionar a algunos, quedarán en la historia de la delegación de la barra y las estrellas hasta que una nueva figura vuelva a seguir sus pasos, y devolverle la velocidad a Estados Unidos.
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