Una vez más, como uno de lo “grandes” de la música mexicana, Vicente Fernández ofreció un gran espectáculo donde la producción fue tan sencilla como cualquiera se pueda imaginar; en cambio, su voz, entrega y sencillez, fue de tal calidad inmejorable que el público se lo agradeció con varias ovaciones de pie.
Como si estuviera en su rancho de “Los tres potrillos”, Don Chente abrió su corazón a quienes prácticamente abarrotaron el Auditorio Nacional.
No sólo se animó a intercalar la bebida alcohólica con agua natural, también compartió cuál le gustaría que fuera su epitafio cuando muera.
De igual manera confesó que en cinco años, cuando cumpla 50 de casado, le pedirá nuevamente a su esposa “Cuquita”, como él le dice, si aceptaría casarse nuevamente con él.
“Muchas gracias. Tres años sin estar aquí en mi México lindo y querido. Si ustedes ahorita me preguntaran que por qué los quiero tanto, yo tendría que responderles que no los quiero por lo que ustedes son; los quiero por lo que valgo yo cuando tengo la bendición nuevamente de esta frente a ustedes, sintiendo tanto cariño y escuchando esos aplausos que me han regalado durante más de 40 años”, manifestó quien ofreció su primera presentación, de 10, en el recinto de Reforma, la noche del martes.
“Le he dicho a mi vieja que el día que me le vaya, pongan sobre mi lápida, ‘Yo que fui del amor ave de paso’”, externó.
Se siente en casa
Entre trago y trago interpretó temas como “Por tu maldito amor”, “Lástima que seas ajena”, “Mujeres divinas”, “Me cansé de rogarle” y “Acá entre nos”.
Se sentía tan en casa que en tono de broma, dijo lo siguiente a quien le colocaba las bebidas sobre una pequeña mesa redonda cubierta con un mantel blanco:
“Sírvame más porque aquél (alguien del público) va a decir que nada más me estoy haciendo wey”. El público no paró de reír, entre ellos jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que al menos, por un momento quizá, se olvidaron de aquellos achaques y falta de apoyo del gobierno, para corear como nunca.
Sin embargo, casi pasadas 2 horas con 30 minutos de concierto, y ya tras varias bebidas, Chente indicó nuevamente:
“Ya no me sirvan. Me pongo ‘pedo’ cada vez que canto estas canciones” – rió al igual que los presentes-.
Durante el concierto que duró 3 horas con 15 minutos, el también actor de cintas como “La ley del monte” cantó entre otros temas “La barca”, “Amor de los dos”, y por error, interpretó dos veces, “De qué manera te olvido”, para cerrar a las 23:55 horas con “Volver, volver, volver”.
Entre los temas qué más fueron coreados y ovacionados estuvieron “Estos celos”, “Hermoso cariño”, “El Rey”,” A mi manera” y “Para siempre”, mejor conocida como “Vale más”, tema de la telenovela “Fuego en la sangre”.
Y si la presentación duró más de tres horas se debió a su ya clásica frase, que más bien, él llama “Ley”: “Ustedes no dejen de aplaudir y su Chente todavía no deja de cantar hasta que desquiten lo que pagaron”.
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