Gol al minuto 88 de Darío Verón
mete a Pumas a la final

México, D.F. / Mayo 23.-
A pesar de que la oncena del pedregal necesitaba marcar un gol, el “Tuca” Ferreti decidió no hacer ningún cambio para la segunda parte.
Poco a poco los Pumas empezaron a volcarse hacia el frente pero sin mucha claridad, por lo que Ricardo Ferreti mandó al terreno de juego a Francisco Palencia, con la esperanza de que repitiera lo hecho en la eliminatoria contra Tecos.
Sin embargo, la oportunidad más clara de gol fue para el Puebla que al minuto 60 pudo sellar su pase aunque Dulio Davino no pudo concretar el gol, gracias a la oportuna intervención de Bernal.
La presión felina cada vez era mayor y aunque el equipo poblano realmente no sintió el peligro en su marco, la salida por lesión de Dulio Davino repercutió en el animo de los dirigidos por el “Chelís”, que se dedicaron a tratar de tocar el balón y jugar al contragolpe.
Ya con el tiempo encima el entrenador puma agotó sus tres cambios. David Toledo y David Cabrera ingresaron para tratar de darle un revulsivo al cuadro universitario, que sin embargo seguía sin generar acciones de gol. La desesperación empezó a llegar los felinos cuando Puebla se hizo con el balón y tuvo en la cabeza de Alvaro Ortiz la oportunidad de marcar el tercer tanto del encuentro.
El milagro en Ciudad Universitaria llegó gracias a Darío Verón que mandó con un cabezazo el esférico a las redes defendidas por Villalpando y con ello se dio la explosión en todo el estadio. El centro llegó desde la banda derecha y Verón que se encontraba solo en el poste izquierdo marcó el gol con el que Pumas empató el global y con ello logró su pase a la final.
Puebla trató de volcarse hacia el frente pero los tres minutos agregados por el árbitro fueron pocos para los poblanos, y Daniel Osorno envió en un disparo cruzado la esperanzas de los cientos de aficionados que desde Puebla hicieron el viaje.
Al final el silbatazo de Marco Rodríguez provocó la alegría de los Pumas que festejaron con su gente, y el ya acostumbrado llanto del “Chelís” y el de su propio equipo.