Hoy cierra el Puente Uno al cruce de vehículos hacia Laredo, Texas. Tal situación durará por lo menos un año y medio, eso fue ayer jurado y perjurado por la autoridad en “El Gabacho”. Irremediablemente que tal situación saturará de coches el paso número dos “Juárez-Lincoln”. ¿Quién va a querer ir al otro lado si no es necesidad imperiosa, pues ambos puentes estarán hasta las manitas?
SE COMEN LAS UÑAS
Es notorio que afectará a los comerciantes del otro lado, ellos viven de la clientela de Nuevo Laredo, como de los chiv…., perdón, de los finos adquirientes al mayoreo, provenientes del interior del país. Entonces se les viene un panorama incierto. Tanto a los grandes establecimientos en el norte de la ciudad vecina, como a los locatarios del centro histórico, o sea, a las pequeñas tiendas del “downtown”.
¿POR QUÉ INCIERTO?
Les puede ir muy bien a los del centro si los automovilistas se convierten en peatones. Y si tales caminantes son atraídos por las tiendas una vez cruzado el charco. O les puede ir requete mal si la gente cada vez se abstiene más de ir al otro Laredo y los del interior del país se van a McAllen. Recuerden, serán 18 meses de cierre del Puente Uno. Quien no tenga la real necesidad de ir a allá, evitará hacerlo. Y quieran o no, los primos chicanos viven del dinero de los mexicanos, de la clientela azteca.
SE AGILIZAN O “CAMINAN”
En la autoridad aduanera está la suerte que correrá el comercio laredense. Ahora se vislumbra lentitud en los cruces, porque los puentes estarán llenos, máxime los más de aproximadamente 35 mil coterráneos que trabajan en Laredo, Texas, pero que duermen en Nuevo Laredo, esos de a Webb, que van a tener que cruzar todos los días, a pincelín Whatever o en su nave.
ARREANDO RÁPIDO
Si los agentes de migración agilizan el cruce de peatones y vehículos, esto se puede salvar. Si no adoptan las medidas y las condiciones para dar fluidez al tráfico de muebles y caminantes, entonces Laredo, Texas, sus comerciantes y los empleos que estos negocios generan, van a sufrir en verdad.
LA AUTORIDAD PREOCUPADA
Charlando con gente del gobierno de Laredo, Texas, nos dicen que están preocupados, pues es lógico que si hay más demora de la ya de por si tardada travesía que hasta ahora padece cada cristiano que desea ir al Laredo pocho, entonces ya no cruzará tanta gente a comprar “el mandadito”, “los papos” y “las garritas”, cuantimenos a ir a echarse una Bronto Burger, rellenando cinco veces el vaso de chesco.
SENTRI NI EN BROMA
Hoy cuesta cinco milanesas anuales el obtener la membresía mexicle del carril SENTRI. A eso súmele 122 cueros de rana que cuesta mercar el SENTRI de cinco años en el lado gringo. Y luego agréguele lo que hay que pagar por la fiera y por cada unos de nuestros engendritos. El precio se sale de la bacinica y del presupuesto de una familia modesta. No cualquier hijo de vecino podrá darse ese lujo. Así que ¡Ahí te voy Paseo Reforma! Tu cine, tus tragaderos y tus tiendas.
POR COLOMBIA, NI DE CHISTE
Nadie querrá hacer filas de más de dos horas, ni a paso redoblado por el Puente Uno, ni en su cafetera con llantas, por el paso Juárez-Lincoln. Ni tampoco hacer el viaje hacia el paso “Solidaridad”, en Colombia, Nuevo León, se trata de 35 peligrosos kilómetros desde Nuevo Laredo. Así que parece que los primos del norte, que viven de nuestros pesos catafixiados a dólares, la van a pasar muy dura durante estos siguientes 18 meses, de obras de remodelación en los dos puentes internacionales.
PUDIERA SER QUE…
…Los comerciantes del viejo Laredo, en las primeras cuadras, reciban a todos los peatones que cruzan desde Nuevo Laredo, siempre y cuando el traslado a golpe de calcetín se lleve favorablemente para los compradores en solo unos cuantos minutos. Sino más rápido de lo que hoy demoramos en cruzar (más de una hora), de perdido que la tardanza sea igual a la de hasta este día. Y eso dependerá de la autoridad aduanera.
ESTÁ FEO
Se supone que se vienen las tiendas outlets, en el antiguo Mol del Río o desaparecido River Drive Mall. Pero quien quite y los visionarios empresarios de las firmas trasnacionales le paren un poco. Y es que ante este contratiempo de los trabajos de remodelación en los dos puentes, si estos van a vivir saturados todo el santo día, nuestra raza no va a querer cruzar por la cansada demora, entonces las grandes firmas puede que le den más calmadito a sus ansias de asentarse en tal terrenote a un lado del río Bravo.
POR DONDE SE LE VEA
Sinceramente, no queremos ser ave de mal agüero, pero por donde se le vea, la cosa no pinta bien para la racita texana. Acá en Nuevo Laredo ya nos acostumbramos, desde hace 16 años a que ya no tenemos de clientes al pariente chicano, ese ya no nos visita. Pero ellos no sabrían qué hacer sin nosotros, allá si viven de nosotros y de los regios y de los saraperos, tapatíos, tuneros, bajíos, corregidores y chilangos.