Ya no es rentable ser carnicero por la competencia desleal

Cd. Victoria, Tam.-
La escasez del ganado y la competencia desleal que representan las tiendas de autoservicio, ha obligado a los tablajeros a cerrar por lo menos 30 locales.

El presidente de la Unión de Propietarios de Carnicerías en este municipio, Leandro Soto Rodríguez, explicó que esta problemática se ha originado porque algunos productores se han dedicado a otra actividad y los precios en el sacrificio se han disparado a la alza ante la ausencia de un rastro municipal.

“Se han cerrado por lo menos unos 30 carnicerías, esto es producto de la competencia desleal con las tiendas de autoservicio, además de que los insumos en la adquisición del animal en pie y el cobro por el sacrificio en el rastro particular de la Facultad de Medicina es muy alto, casi 900 pesos cobran”, reveló.

Aseveró que, aunque parezca increíble, hay ocasiones en que por res pierden entre 500 a mil pesos, toda vez que la gente no tiene para comprar al precio de lista y con tal de vender, además que no se quede la carne, se les hace una rebaja.

El kilogramo de filete selecto está en 140 pesos, mientras que el lomo, cabeza de lomo, aguayón, bola, trocito y aguja a 120 pesos el kilo; hasta hace unos meses la pata de res, bastante común para hacer el caldo de pata, de 35 a 40 pesos, se fue a 50 pesos, mientras que la panza, de 40 pesos se incrementó a 50 pesos.

Consideró que el hato ganadero en Tamaulipas ha disminuido mucho por diversas circunstancias, según cifras emitidas por los mismos ganaderos, incluso la exportación sucede igual porque “no hay vientres”.

“Todo el incremento viene desde que se compra el ganado en pie, toda vez que aparte de que no hay, está bastante caro y al llegar a los mercados, la gente tampoco quiere comprar porque su economía no se lo permite, por lo que urge un programa emergente por parte del Gobierno Federal”, explicó.

Soto Rodríguez dijo que esto ha ocasionado que ya no sea rentable ser carnicero y muchos han tenido que cerrar, por eso es común ver muchos locales abandonados, concluyó. (Ramón Mendoza).