Monterrey, N.L.-
Por una sola noche Monterrey se convirtió en Broadway, el mágico lugar enclavado en el corazón de Nueva York en el que convergen la música, los sueños y las canciones inolvidables.
Y durante más de dos horas Il Divo logró que 7 mil 500 espectadores se sintieran como si estuvieran en primera fila gozando de los musicales que llegaron para quedarse, gracias a su nuevo espectáculo A musical affair.
La Arena Monterrey se transformó en un gran teatro sobre cuyo escenario Carlos Marín (España), David Miller (Estados Unidos), Urs Bühler (Suiza) y Sébastien Izambard (Francia) derrocharon galanura y talento vocal.
Fue una noche deliciosa, en la que no hizo falta ser conocedor para gozar de cuatro voces privilegiadas, además de la participación especial de Lea Salonga, una de las más rutilantes estrellas de Broadway, quien es la voz de la Princesa Jazmín en la banda sonora de la película “Aladino” y coach en la versión filipina de “La voz”.
La producción del show fue impecable. Una orquesta en vivo, un escenario montado a todo lujo y esta vez, al contrario de lo que sucede con otros artistas, los cantantes se aprovecharon de la tecnología y no al contrario.
Una pantalla central cambiaba constantemente de imágenes para transportar a los espectadores al París de 1862 cuando se interpretaron canciones de “Los Miserables” o al Nueva York de los 60 mientras los artistas ofrecían melodías del mítico musical “Amor sin barreras”.
El espectáculo, dividido en dos partes, con un intermedio de 20 minutos, inició a las 21:20 horas cuando los músicos ocuparon sus lugares y una obertura inundió la Arena Monterrey.
“Tonight”, de “Amor sin barreras” y “Some enchanted evening”, que Rodgers & Hammerstein escribieron para “South Pacific”, pusieron a tono a la audiencia que desde el principio ovacionó a los cuatro cantantes por igual.
David fue el primero en saludar a la audiencia y dejó claro que lo suyo es cantar porque, igual que sus compañeros Sébastien y Urs, aunque intentaron conversar en español, constantemente se equivocaban. Incluso el francés se echó a reír por sus constantes errores.
Este fue uno de los puntos en contra del espectáculo porque la mayoría de los temas fueron interpretados en inglés y español, un idioma que excepto Carlos Marín, los demás no entienden y eso restó pasión a sus actuaciones.
“If ever I would leave you”, de “Camelot” fue espléndida, aunque “(Somewhere) Over the rainbow”, de “El Mago de Oz” fue la primera que emocionó hasta las lágrimas a los espectadores.
Aunque los cuatro se portaron muy galantes con las mujeres, la sangre latina de Carlos Marín se impuso y fue el que mayores gritos causó al llamarlas “chavitas” y prometer que vendría a vivir a la ciudad.
“Cuántas mujeres guapas veo aquí esta noche, más guapas que hace algunos años. Ustedes como los buenos vinos”, dijo el español.
Lea Salonga apareció en escena para unir su voz en “Can you feel the love tonight”, de “El Rey León” y luego en solitario ofreció “Defying gravity”, de “Wicked”, y una nueva colaboración entre ella e Il Divo llegó con “Memory”, de “Cats”.
No todo el repertorio de A musical affair estuvo integrado por canciones de musicales de Broadway porque casi para cerrar la primera parte del concierto cantaron “I will always love you”, tema de la cinta “El guardaespaldas” y el clásico de clásicos de Whitney Houston.
“No llores por mí, Argentina”, de “Evita”; “Pour que tu m´aimes encore”, popularizada por Celine Dion y “Somewhere”, también de “Amor sin barreras”, cerraron el primer acto.
“The winner takes it all”, de “Mamma mia!”; “Bring him home”, de “Los Miserables”; “Love changes everything”, de “Aspects of love” y “Who can I turn to”, que grabó Tony Bennett, abrieron la segunda parte del concierto.
A partir de “A whole new world”, nuevamente junto a Lea Salonga, la emoción del público fue en aumento y constantemente se ponía de pie para ovacionar a Il Divo.
“Back to before”, de “Ragtime” y una mezcla de “I dreamed a dream,” y “On my own”, ambas de “Los Miserables”, y cantadas por Lea, fueron uno de los momentos más emotivos de la velada.
Parecía que después de “Music of the night”, de “El fantasma de la ópera”; “Impossible dream”, de “El Hombre de la Mancha” y “You´ll never walk alone”, de “Carousel” terminaría la noche, pero no fue así.
Era evidente que la audiencia todavía esperaba los éxitos más populares de Il Divo, esos que mezclan perfectamente la ópera y el pop, y los artistas complacieron a sus admiradores con “My way”, escrita por Paul Anka e himno de Frank Sinatra, y “Time to say goodbye”, la inolvidable canción de Sarah Brightman y Andrea Bocelli, tras la cual, a las 23:50 horas, cayó el telón.
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