Washington, E.U.-
A pesar del elixir de vida que el Tribunal Supremo dio el lunes al programa DACA, los dreamers mantienen su lucha en favor de una solución definitiva a su estatus legal. El golpe que la Alta Corte propinó a la intención del presidente Trump de fulminar la legalidad de los soñadores no es suficiente para los activistas, que ven la decisión como un parche temporal para el limbo en el que siguen viviendo miles de jóvenes indocumentados.
Además de la preparación de una gran protesta en Washington para el próximo lunes 5 de marzo, hay otras acciones en movimiento. La más extenuante es la de 11 activistas de todo el país —dreamers, indocumentados y aliados de la causa— que llegarán este miércoles a Washington tras una caminata de 402 kilómetros desde Nueva York, de donde salieron el 15 de febrero.
Bajo el nombre de Walk to stay home (Marcha para quedarse en casa), los activistas quieren mantener el debate sobre migración vivo, y recordar que “no todo está hecho”.
“Los dreamers continúan en el limbo y seguirán ahí hasta que las cortes decidan sobre el DACA”, señaló Eduardo Samaniego, uno de los caminantes, al pasar el kilómetro 354.
“La decisión de ayer [lunes] no nos tiene que dejar recostados y a descansar; es un momento urgente, sabemos que cada día jóvenes indocumentados cumplen los requisitos para solicitar el DACA pero no pueden hacerlo”, precisó.
En uno de los videos en los que ha ido narrando esta “experiencia increíble”, el joven originario de México, indocumentado porque no alcanzó a la fecha para estar protegido por DACA por unos meses, recordó que el peligro de separación de familias y deportación sigue vigente, por lo que las acciones de presión para que el Congreso apruebe una ley migratoria se mantendrán.
“Nuestro sacrificio, las heridas que podamos tener de estas dos semanas son nada comparadas con todo lo que están pasando muchas familias cada día”, dijo Samaniego.
Este martes, los caminantes se quedaron a las puertas de Washington, y está previsto que concluyan hoy su periplo delante del memorial dedicado a Martin Luther King, reconocido luchador de los derechos civiles en EU.
Otra de las acciones que se ha intensificado es la petición de donaciones, a través de redes sociales, para ayudar a financiar los 495 dólares que cuesta cada renovación del DACA, y permitir a aquellos que lo necesiten rellenar todos los formularios antes de que cualquier corte revierta la opción de renovación, que significa dos años de protección para el dreamer beneficiado.
Por el momento, el diálogo en el Congreso sobre el tema se ha diluido. Si bien hay senadores que siguen trabajando en la materia, ya no hay la premura de hace unos días.
Sin embargo, el republicano Jeff Flake y la demócrata Heidi Heitkamp presentaron a consideración del Senado una propuesta que considera extender el programa DACA por tres años a cambio de 7 mil 600 millones de dólares para seguridad fronteriza. Es probable que no tengan apoyo para forzar su voto.
La Casa Blanca, más enfrascada actualmente en el tema de control de armas que inmigración dijo ayer que “sigue esperanzada” en que el Congreso legisle sobre DACA antes del lunes. La portavoz Sarah Sanders aseguró que el presidente está “animando” para que los congresistas actúen, sin especificar sin embargo ni cómo ni la intensidad de su iniciativa.