Ciudad de México.-
Una pequeña localidad de Texas, cerca de la frontera con México, estaba de luto el miércoles después de que un adolescente matara a 19 niños y dos maestros en una escuela primaria, en el último espasmo de la epidemia de violencia armada en Estados Unidos.
Los detalles de la masacre -las víctimas y el sospechoso de 18 años, que fue abatido por la policía-, se conocen mientras Estados Unidos lidia con el horror del tiroteo escolar más mortífero desde la tragedia de Sandy Hook en Connecticut hace una década.
“Este pueblo está desconsolado, devastado”, dijo Adolfo Hernández, cuyo sobrino estaba en la Escuela Primaria Robb durante el tiroteo del martes en Uvalde, una pequeña comunidad a unos 130 km de la ciudad de San Antonio.
“Cosas así no pasan aquí”, aseguró. “Solo quieres pellizcarte y despertar de esta horrible pesadilla”.
Afligido y enojado, el presidente Joe Biden se dirigió a la nación en las horas posteriores al ataque, con un llamado a los legisladores para que se enfrenten al poderoso lobby de armas y promulguen leyes más estrictas para frenar la violencia armada.
“Como nación, tenemos que preguntarnos cuándo, por el amor de Dios, vamos a enfrentar al lobby de las armas. ¿Cuándo, por el amor de Dios, haremos lo que todos sabemos en nuestras entrañas que debe hacerse?”, dijo Biden, embargado por la emoción.
En Uvalde, la policía bloqueó el área alrededor de la escuela el miércoles y había poco tráfico o movimiento de peatones. El vecindario es de casas modestas de un solo piso y con un pequeño patio. En muchos jardines se ven columpios y parrillas al aire libre para barbacoas.
Identificado como Salvador Ramos, el autor de la masacre era residente de Uvalde y ciudadano estadounidense.
“MI TÍA NO LO LOGRÓ”, DICE SOBRINO DE SEGUNDA MAESTRA FALLECIDA
Ramos no le dio tiempo a Irma García, quien era maestra en la escuela que atacó de escapar. La segunda maestra fallecida en el ataque, de acuerdo con su hijo, Christian García. Llevaba 23 años dando clases en la escuela. Tenía cuatro hijos.
De acuerdo con Christian, García, maestra de cuarto grado, murió protegiendo a un estudiante.
Joey, sobrino de Irma, tuiteó: “Mi tía no lo logró, se sacrificó para proteger a los niños de su salón; les ruego que tengan a mi familia, y la de ella, en sus oraciones. Su nombre es Irma García y murió siendo una heroína. Era amada por muchos y la extrañaremos”.
Irma, igual que Eva Mireles, era maestra en Uvalde. Ambas murieron ayer martes en la Escuela Primaria Robb, al trata de proteger a sus alumnos.