Gareth Bale ha sido confirmado como nuevo refuerzo de Los Ángeles FC, el club de Carlos Vela, nuestro genio mexicano con deseos de dedicarse a cualquier otra cosa excepto para lo que juega.
El galés estuvo por años en el papel dramático de millonario incomprendido jugando poco, pero haciéndose notar en partidos importantes. La capacidad de juego, velocidad, inteligencia es notable en un jugador que sobresalió por correo como Usain Bolt, pero jugar como Roberto Carlos con una zurda privilegiada.
Recientemente dio declaraciones sobre dejar el futbol y dedicarse al golf, algo que parece estará cumpliendo en California, aunque ganando mucho dinero. Pareciera que la inestabilidad emocional en las generaciones actuales esta permeando el mundo rudo del esfuerzo, sacrificio y enfoque que por años había sido el pilar de un deporte que ahora enfrenta la realidad de entregar millones a niños mimados que viven la vida loca sin entregar la cuota de resultados demandada.
Es común encontrar páginas de redes sociales donde jugadores de la vieja guardia mencionan su amor a un deporte que ha entregado entretenimiento a millones de personas que ahora parecen ser traicionadas con precios altos, souvenirs costosos y paquetes premium de cable y aplicaciones que hacen poco o nada accesible el consumir el deporte.
Carlos Vela es otro ejemplo, de un jugador con capacidades para llegar a la cima, pero con deseos de ver el panorama desde la meseta. El recibirá a Bale en la aventura de comfort californiana donde podrían destrozar la liga o irse a ver basquetbol o jugar golf juntos.
Las prioridades han cambiado, de querer figurar y ser alguien en la vida, a poseer todo lo que Amazon ofrece en su portal y presumirlo en las redes sociales. No puedo criticar los deseos de cada quién en hacer lo que deseen de su vida, pero esta en cada aficionado el aportar millones y millones en consumo de un deporte y las marcas patrocinadores para mantener como reyes a personas que básicamente se dedicarán a trascender a costa de otros.
Antes y después, el concepto es el mismo, un grupo de personas vivirá muy bien por un producto bastante deseado en todo el mundo, pero antes era menos publicitada y al menos
parecían dedicarle mas tiempo a mantener el deporte al que parecían profesar un poco de respeto.
Del quiero ser alguien en el futbol a voy a vivir del futbol para hacer otra cosa, el resultado es que antes buscaban hacer trascender mas al deporte que practicaban, mientras hoy simplemente buscará el beneficio personal y el deporte en segundo plano.
Cuanto tiempo podrá aguantar un deporte que por años se ha mantenido en el gusto del público, más allá de Europa, aquí en México vemos menos afición en las gradas, pero todos reciben mas salario, mas patrocinios y la burbuja sigue inflándose, lo interesante es cuando reventará.
¡Saludos DESDE EL SILLÓN!