El estado de gracia actual de los equipos punteros coincide con la contratación de jugadores de calidad que han elevado el nivel de juego y han traído soluciones a problemas que antes no tenían solución ante la incapacidad de los anteriores inquilinos en las respectivas plantillas.
Todo equipo vive la etapa de los ciclos futbolísticos donde se ven en la necesidad de traer jugadores con calidad comprobada para despertar a la afición, buscar mejores resultados y generar expectativa en aras de generar algo más que lástima.
Vucetich es un ejemplo de estos ciclos, el entrenador actual del equipo albiazul vivió en carne propia un ciclo entero en su famosa etapa donde consolidó su mote de “Rey Midas” en la institución regiomontana. “Vuce” llegó como bombero al banquillo regiomontano producto de un desplante de actitud del “argemex” Lavolpe, vivió sus primeros partidos, brindó resultados regulares y en la siguiente temporada recibió refuerzos que redondearían un buen plantel con el que llegó a marcar una época.
Interesante que posterior a tanto éxito, fruto de una inversión fuerte regularmente vienen tiempos de vacas no tan gordas que impiden mantener la adquisición constante de refuerzos y por ende los resultados comienzan a mostrar el agotamiento de las etapas en un ciclo futbolístico.
Víctor Manuel Vucetich fue despedido después de 5 años exitosos por resultados que mostraban el agotamiento mental, futbolístico y de vestidor debido a la sobreexposición de su estilo en los mismos jugadores. Entrenadores como Ricardo Ferretti, Enrique Meza y otros ejemplos similares de entrenadores que marcaron época en un mismo equipo; buscaban constantemente refrescar los nombres en las camisetas de sus planteles ya que es bien sabido que solo hay 2 maneras de mantener un equipo en lo alto de la tabla general, o se renueva el técnico o se renuevan los jugadores.
Si bien una base constante de jugadores líderes positivos y fuertes es vital para el buen accionar de un conjunto, los actores secundarios siempre serán rotables e intercambiables y es aquí donde los equipos punteros deberán mostrar sangre fría para que independiente del resultado final en el campeonato, sepan cambiar las piezas necesarias para mantener el equipo bien aceitado.
Fríamente se puede ver como llevar un coche al mantenimiento, cada cierto tiempo es necesario un ajuste de piezas, remover las que ya no sirven y ponerle nuevas, y si el conductor continúa siendo el mismo, se le puede sacar buen provecho para llegar lo más lejos posible en este camino llamado futbol.
¡Saludos desde el sillón!