Entiendo perfectamente el odio que la derecha siente por Andrés Manuel López Obrador.
Es por ello que no me extraña -y mucho menos me sorprende-, la feroz ofensiva que desde hace años mantienen en contra del presidente y su 4T desde ese moderno circo romano llamado Twitter.
Es más, estoy de acuerdo que en ocasiones muchas de las críticas contra la administración federal están justificadas, especialmente las que se refieren a temas como el crimen organizado, los apoyos a los deportistas de alto nivel y la defensa de ciertos personajes quienes aunque se pusieron el chaleco vino tinto siguen siendo impresentables.
Incluso debo aclarar que me pudre toda esta gira que están realizando las llamadas “corcholatas” por la República Mexicana cuando falta más de un año para la elección.
Sin embargo, lo que tampoco soporto es cómo, aprovechando su amplísima (y nada barata) red de periodistas, influencers, opinadores y bots, la derecha nos quiera vender gato por liebre, nos tuerza la realidad, nos quiera ver la cara de tarugos.
Desde hace semanas he visto cómo esta red de torcedores de la verdad han encontrado en la senadora Xóchitl Gálvez al conejillo de indias perfecto para convertirla en lo que no es: una estadista.
Gracias a ridículos videos generados con AI y una efectiva campaña encaminada a hacer enojar al enemigo para que se equivoque, esta red ha convertido a una bufona en una contendiente a la presidencia de la República… igualito como lo hicieron con un imbécil como Vicente Fox, un borracho como Calderón o un maniquí como Peña Nieto.
Sin embargo, basta un filtro de Google (donde eliminamos todas las notas generadas en el 2022 y 2023) para encontrarnos con el verdadero rostro de Xóchitl: el de la broma andante del PAN a quien nadie tomaba en serio.
Filtrando el ruido que hoy nos ensordece, nos encontramos con la #LadyCacas que exigía recibo por usar un baño público, la que rociaba con spray desinfectante a los Policías antimotines que protegían instalaciones públicas, la que llegaba con una lista de albures al Senado de la República.
Si ignoramos el alud de publicaciones que nos pretenden vender a la nueva imagen de la Campeona de la Derecha, nos topamos con la política que se disfraza de López Obrador para ridiculizarlo intentando obtener votos, la que desde el pleno del Senado habla de por qué el Cruz Azul no ha ganado la Liga Mexicana y la deficiente labor que realizó al frente de una de las delegaciones de la CDMX.
Ese es el verdadero rostro de la Campeona de la Derecha, la que nos quieren vender aprovechando la corta memoria que tenemos los mexicanos quienes, en contadas ocasiones, recordamos que existen filtros que no ayudan a recordar el pasado, ese que por más que quieran, no van a poder sepultar.
diasdecombate@hotmail.com