Monterrey, N.L.-
El Rector Santos Guzmán López encabezó una de las guardias de honor con las que la comunidad universitaria despidió al ingeniero, matemático y decano de la Universidad que dedicó 67 años de su vida a la formación de profesionistas de excelencia.
Una despedida del tamaño del legado que construyó en la Universidad Autónoma de Nuevo León fue la que tuvo el decano de decanos de la UANL, el ingeniero Guadalupe Evaristo Cedillo Garza.
La comunidad universitaria se congregó esta mañana en la explanada del edificio 2 de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica para rendir homenaje póstumo a quien dedicó 67 años de su vida a la formación de ingenieros, y que por su disciplina, tenacidad y entrega es considerado como un forjador de profesionistas de excelencia en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El Rector Santos Guzmán López encabezó la primera guardia de honor acompañado de familiares del maestro Cedillo Garza, entre ellos quien fuera su esposa, la señora Diana Garza Salazar; su hija la doctora María Teresa Cedillo Salazar, actual directora de la Facultad de Arquitectura; hijos y nietos.
“Nos reunimos para despedir a un pilar fundamental de nuestra institución, el maestro Guadalupe Evaristo Cedillo Garza, cuya contribución a nuestra Universidad trasciende el tiempo y deja una marca imborrable que perdurará para siempre”, pronunció el ejecutivo universitario.
Lo despiden con aplausos
Con guardias de honor de cuerpo presente, la comunidad universitaria rindió un merecido homenaje, pero sobre todo hizo patente su agradecimiento al ingeniero, matemático y académico ejemplar, quien a través de 67 años enseñó a incontables generaciones no solo las matemáticas y la ingeniería, sino el ejemplo de vivir con pasión todo lo que se hace, creando así un legado imborrable de entrega y dedicación por la cátedra y por su UANL.
“Desde su posición como profesor, coordinador, jefe y director de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, no solo impartió conocimientos, sino que también guió a generaciones de ingenieros, compartiendo no solo la teoría, sino también la práctica y la pasión por su disciplina”, reconoció el Rector Santos Guzmán López.
Destacó también el compromiso de Cedillo Garza con la educación superior, que quedó reflejado con su labor en la Junta de Gobierno, que tuvo el privilegio de presidir, con lo que contribuyó aún más con su honor y lealtad a su querida Universidad.
“Profesor Emérito y Maestro Decano de nuestra institución fueron reconocimientos que vivió de lleno, además de formarse como un faro de sabiduría y orientación, que trascendió las aulas, para convertirse en un mentor, un guía y un amigo para aquellos que tuvimos el privilegio de conocerlo.
“Siempre lo recordaremos por su actitud enérgica, su amor y lealtad por la Universidad, alentando la flama de la verdad, como lo hizo en vida el maestro Cedillo”, dijo Guzmán López.
En tanto, el doctor Arnulfo Treviño Cubero, director de la FIME, recordó al ingeniero Guadalupe Evaristo Cedillo Garza como un maestro ejemplar, que llegaba puntual a las 06:30 de la mañana con una actitud positiva siempre, misma que contagiaba a otros profesores y estudiantes.
“Nos honra el hecho de que nos hayan permitido tener este espacio, la primera casa del ingeniero Cedillo Garza, maestro ejemplar; gran legado que deja para nuestra escuela y siempre estará vivo en nuestros corazones. Recibimos a las instituciones hermanas, la Escuela Industrial Álvaro Obregón y la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, en las que estudió”, dijo el directivo.
Reconoció sentirse honrado de haber coincidido con el maestro Cedillo, ya que siempre tuvo para él un consejo.
“Si algo caracterizó a nuestro amigo fue el don de gente, ya que platicaba con todos, siempre salíamos con una cara feliz porque siempre buscaba que cada uno tuviéramos el mejor día de nuestra vida al coincidir con él. Todos teníamos en él un líder y un amigo que siempre vio por el bien de todos, de maestros y estudiantes”, expresó.
Conmueve partida del decano
“Después de 73 años, la UANL despide a uno de sus más destacados estudiantes; después de casi 67 años esta FIME tiene que despedir a uno de sus maestros más sobresalientes. La excelencia fue su manera de vivir y convivir con toda su familia universitaria. La UANL es parte de la vida de Guadalupe Evaristo Cedillo Garza y Guadalupe Evaristo Cedillo es parte de la vida de la UANL”, pronunció la maestra Esther Díaz Ramírez, quien dirigió la ceremonia.
Cedillo Garza fue Decano de FIME y Maestro Decano de la UANL, Profesor Emérito, fundador de la Escuela de Graduados y del Programa Doctoral de la FIME y exdirector de esta dependencia. Fue además Secretario del Sindicato de Trabajadores STUANL y Presidente de la H. Junta de Gobierno.
“Mi padre, un hombre sencillo, siempre con sus características mangas arremangadas y camisa blanca. No solo fue un ingeniero destacado, sino también un hombre de principios sólidos, quien siempre se esforzó por hacer del mundo un lugar mejor a través de su participación en la Universidad. Su vida estuvo marcada con la pasión de las matemáticas, la ingeniería, la enseñanza y el compromiso con el servicio a la comunidad”, dijo la doctora María Teresa Cedillo Salazar.
Agregó que el maestro Cedillo Garza fue un gran padre, un gran ejemplo de constancia, de una gran capacidad, una mente privilegiada y un gran ser humano.
“Esta pena de no tenerlo y verlo vale por sus 89 años de vida, de logros, de esfuerzos, superaciones, de preparación, trabajo, humanismo, de simplicidades y gran sentido del humor”, compartió.
Para concluir el homenaje póstumo, todos los reunidos dedicaron un prolongado aplauso para despedir a uno de los pilares de la UANL.