Me remonto a mayo del año pasado cuando un buen amigo, muy ligado a Sinergia Deportiva y a Mauricio Dohener, alto directivo de Cemex, me adelantó que Miguel ‘El Piojo’ Herrera sería el nuevo técnico de los Tigres.
Quiero admitir que, como se decimos los periodistas: “Se me fue la exclusiva”, pues días después se oficializó lo que era un rumor, una posibilidad, y hasta una esperanza para el club.
Tres temporadas después al frente de los felinos, el pirotécnico entrenador mexicano -que una vez dirigió de chiripada a la selección nacional en el Mundial de Brasil 2014-, ha dejado mucho qué deber, hablando elegantemente, ya que realmente ha sido una decepción en el banquillo.
En la mañana cuando me desperté y me enteré de la eliminación de los Tigres, escribí en mi cuenta de Twitter: El equipo #Tigres tiene casi todo: dueños (no confundir con directiva), dinero, noble afición, pasión, tribunas llenas, record de abonados, el mejor jugador de la Liga (Gignac), prensa a su favor, pero… en este momento lo que no tiene es técnico. Y les sobra el #PiojoHerrera.
Me faltó agregar que, sin duda, el club es una mina de oro en cuanto a la venta de playeras, gorras, pants, impermeables, bufandas, llaveros y balones, no se diga consumo de refrescos, papitas y pizzas, pero sobre todo de bebidas alchólicas cuando hay juegos en el estadio universitario (me cae requetegordo) llamarlo el volcán.
Tigres, desde la llegada del francés Gignac, tiene más seguidores en Estados Unidos y cada vez aumentan los autobuses de paisanos que cruzan la frontera para ver jugar al europeo, obvio, volviendo a sus casas con souvenirs oficiales.
Ignoro si es broma o en real, cuando leo que Miguel Herrera se ausentará mínimo un mes tras ser contratado como analista por una televisora durante el Mundial de Futbol Qatar 2022 que empieza el 20 de noviembre próximo.
Cierto, son sus religiosas vacaciones, pero si tuviera un poquito de vergüenza cancelaría ese contrato, porque los directivos de Sinergia Deportiva están que echan espuma por la boca, aunado a la afición que no descansará hasta ver cortada la cabeza de quien debió hacer olvidar al ‘Tuca’, y hoy es mas cuando lo extrañan.