Para mi sorpresa el estadio de Houston donde México debutó con goleada 4-0 frente a Honduras en la Copa de Oro 2023 estaba hasta el tope, hasta las manitas. Y eso que esta competencia no sirve para nada, por así decirlo, porque solo se disputará el orgullo y la felicidad de levantar el trofeo.
Aunque tampoco la Nations League de Concacaf que recientemente ganó Estados Unidos por segunda ocasión tampoco otorga un boleto para torneo venidero, la Copa de Oro se vio minimizada por los anfitriones y Canadá al mandar a sus equipos B.
México es la única elección ¿potencia de la zona? que echó mano de su cuadro base, ahora bajo el mando del bombero Jaime “Jimmy” Lozano, tras el sorpresivo despido fe Diego Cocca.
Pero la Copa de Oro no tiene mayor atractivo que los premios económicos en dólares, el billete que desde hace ya muchos años seduce a los directivos en turno de la Femexfut, y por ese graaaaan motivo la selección nacional juega encuentros amistosos, la mayoría moleros en Estados Unidos.
Quiero aceptar que tras la humillare derrota del tricolor en semifinales de la Nations League 3-0 ante USA, la mexicanada texana le iba a dar la espalda a los ratones verdes en su versión 2023, pero no fue así, el estadio NRG de Houston estuvo hasta el copete.
Si bien fue un acierto haberle dado las gracias a Cocca y a su cuerpo técnico, y apostarle a un mexicano aunque sea de interino, desde días antes he escrito que el timón del seleccionado debe quedar en un local luego de las amargas experiencias con “Tata” Martino y Cocca. Y aclarando y nos amanecemos: nada tengo en contra de los chés.
Los tiempos ya pasaron para Javier Aguirre y Miguel “Piojo” Herrera que ya dirigeron sus respectivos Mundiales. Y creo que un día deberán tener la oportunidad entrenadores como Ignacio Ambriz, del Toluca, y hasta Hugo Sánchez, despedido antes de llegar a una Copa Mundial.
Pero mientras eso pasa habrá que ver cómo se llenarán los bolsillos de dólares los dueños del balón los directivos y las televisoras el resto de la Copa de Oro. Los mismos quienes estaban jale y jale la palanca de la caja registradora cuando acabó el juego contra Honduras.