Cómo suele suceder, queremos encontrarle un solo nombre y apellido a los fracasos. Es una manera de querer simplificar la repartición de culpas.
Y sí, Mónica Vergara se equivocó en el planteamiento y en dejar fuera a algunas jugadoras de primerísimo nivel, como Liliana Mercado, Charlyn Corral y Desireé Monsiváis.
Pero, creo que hay algo más, falta más trabajo en el desarrollo técnico y atlético de las jugadoras.
Sí, el futbol femenil es un boom en México, pero aún estamos muy lejos de las potencias.
La actuación de México en el Pre Mundial nos puso de cara a la realidad.
Mal haríamos en reducir el fracaso de la Selección femenil, en el Pre Mundial, a sólo la mala actuación de la entrenadora.
México tiene que aprovechar el tremendo “boom” del futbol y todos los valores que promueve, como la lealtad, la honestidad y el juego limpio, para seguir creciendo.
Pero es necesario ver este fracaso de una manera realista, en toda su dimensión, y enfocarse en tratar de ver en dónde estamos ubicados en el planeta del futbol femenil.
México tiene una mina de oro en el futbol femenil, en la pasión, en el coraje, que ha demostrado esta generación de jugadoras, pero falta seguir trabajando.
Ellas siempre serán las pioneras de un deporte que hasta hace poco era como un terreno baldío y ahora empieza a ser un bello y verde paisaje.
A ellas les tocó abrir la brecha, pero falta mucho trabajo para desarrollar jugadoras más atléticas, que empiecen a acercarse a las mejores del mundo.