Que inoperante, ofensivamente hablando, Tigres.
Centros a lo loco, ni siquiera llegando a línea de fondo, todos con ventaja para la defensa de Pumas.
Los capitalinos los apretaron, les hacían el dos a uno y Tigres no pudo, se ahogó.
Pero Rayfu tuvo un centro y Gignac, al 96 de tiempo corrido y con todo el dolor provocado a muchos, pegó el único remate de cabeza para el empate a uno.
El arbitraje, para variar, pésimo para ambos equipos.
Permitió muchas faltas sin sacar tarjetas y al final ya se andaban agarrando del chongo Pumas y Tigres.