Con la algarabía del nombramiento al nuevo Papa León XIV este jueves, en la Plaza de San Pedro, se percibe un halo de esperanza a miles de católicos del mundo, en especial para los latinoamericanos, por aquello de su doble nacionalidad estadounidense-peruana.
Se nos olvida que apenas el 21 de abril del presente año se nos fue el Papa Francisco, de origen argentino a los 88 años, el mismo que dio grandes enseñanzas al mundo de hermandad y de justicia.
Y sí, dejó un acervo importante de enseñanzas, fue crítico en febrero del 2016 cuando habló de un rezago de la fe cristiana.
En presencia del entonces presidente Enrique Peña Nieto dijo que “les ruego no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la entera sociedad mexicana, comprendida la iglesia”.
No es secreto a voces los fallecimientos de religiosos, como lo ocurrido con tres sacerdotes en Veracruz en el mismo año, de hecho el Centro Católico Multimedial (CCM) reportó que en el país, de 1990 a 2024, fueron asesinados 113 sacerdotes.
Como la iglesia católica no se puede quedar mucho tiempo sin su líder, apenas este jueves todo mundo estuvo atento a la TV y redes sociales para que saliera el humo blanco, señal que los cardenales en su Cónclave llegaron a un consenso y eligieron a un nuevo Papa.
En la tele Valentina Alazraki daba su opinión del contexto y sus pronósticos sobre la elección de un posible Papa italiano. Ya son 50 años como corresponsal de Televisa del Vaticano y es un personaje muy estimado por la audiencia.
Esto como contexto del panorama que ya conoce el excardenal Robert Prevost, quien eligió el nombre de Papa León XIV, como su compromiso con los temas sociales.
De 69 años, el 14 de septiembre llegará a los 70, ya habrá dado muchas declaraciones sobre la justicia social y esperemos realice alguna gira para impulsar la paz entre las naciones.
En casa la Rosa María seguía atenta la tele, mientras elaboraba una ensalada de coditos con atún para una reunión con seguidoras de Farmasi, que por cierto les recomiendo el Shield Man shampoo, que huele muy rico.
Mientras se emocionaba por la reacción de la gente en el Vaticano, que no se nos olvide el Papa Francisco. Fueron años de verlo diariamente en los medios, inundando su carisma y repartiendo perdones.
Ojalá y en nuestras familias se acerquen los hermanos para olvidar sus rencillas. Porque el tiempo se va que vuela y muy pronto no estaremos en este mundo, como el memorable Francisco. Bienvenido León XIV.