Por años, casi 300, México como país ha intentado a veces valientemente, salir del marasmo enfermizo, en que los regímenes de gobierno le han mantenido un agujero difícil de franquear, abismo difícil de superar que, cuando parece que lo logra, algo trunca ese esfuerzo, esfuerzo que el pueblo ha intentado, por todos los medios a su alcance, sin lograrlo.
Este año “cabalístico” cerrará una fecha que, como digo, recurre cada siglo, 1810, 1910, este 2010 los sucesos, han ocurrido en el segundo semestre de cada uno de esos años. La primer fecha ocurrió en septiembre, la segunda en noviembre… ¿Ocurrirá de nuevo? ¿Habremos de ser cuidadosos en el segundo semestre?
La generación que concluye, leía yo a la señora Rosaura Barahona de Monterrey, en un correo de los que circulan por el ciberespacio, le denomina “generación agotada”. ¿Por qué?, simplemente porque los nacidos en la última mitad del siglo pasado, han vivido en un crecimiento inusitado, la liberación sexual, la revolución cibernética, la revolución social, la crisis… Una generación que espera, con desesperanza, una verdadera transformación política, nacional y mundial que busca espacios, que se le niegan, por gobiernos “chapados a la antigua”, que le cierran las puertas a las oportunidades, haciendo caso omiso de la libertad que se exige.
El fracaso es evidente, la apertura del congreso “chilango” permitiendo el matrimonio entre personas del mismo sexo, no es un acto frívolo, es una necesidad, en respuesta a algo que no supimos conducir.
Hay qué ver hacia adentro, permitimos desviaciones de carácter, de personalidad y, por supuesto, le tendimos la alfombra a un apetito sexual desbordante, insaciable, que busca le sean llenadas sus exigencias.
La actual generación no puede cerrar los ojos a estas demandas, que son o no contra-natura, o mejor dicho diferentes al –establishment– actual. Son desviaciones o realidades, no lo puedo calificar, pero de que están, están. Exigen reconocimiento y tal parece se lo han ganado.
No por ello todos nos volveremos homosexuales o lesbianas, simplemente lo compararía con el que fuma y no fuma, los cigarrillos, están a la venta, el que quiere los compra y el que no, no, así de simple. Cada quien su predilección.
El momento esta simplemente escaso, reducido, como ha estado por siglos. La diferencia es que nuestro retraso va de la mano de nuestros fracasos, de la cerrazón, en vez de haber menos ignorantes, hay más, en vez de menos pobres, hay más, la cúpula de ricos es inversamente proporcional, en resumen; pocos millonarios, por ello, odiosos, inmensamente ricos y pobres, inmensamente pobres, la clase media, adelgazada, finita, se mira, como queso en quesadilla, delgadita, delgadita, aplastada por dos tortillas desiguales, –ricos y pobres–, ¡Qué futuro! ¿No? ¿recaeremos en el sino, o en la casualidad este 2010? pues francamente, todo pareciera una repetición novelesca, de esas, de las casas editoras, de televisoras nacionales, siempre lo mismo, con diferentes personajes y nombres, cerrados pues…
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