Cavazos, Tomás, Geño, Egidio, Cabeza…
POR ALEJANDRO SALAS
Desde el México posrevolucionario, a partir de la conformación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que una década después se convirtió en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y luego en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Tamaulipas acató a pie juntillas cuanto candidato a gobernador le designó el presidente en turno.
La última imposición, o mejor dicho la más reciente fue en la época de Carlos Salinas de Gortari, quien hizo candidato y en automático gobernador a Manuel Cavazos Lerma. El anterior dedazo vía centro del país fue de Miguel de la Madrid ungiendo al ingeniero Américo Villarreal Guerra.
Fueron 87 años de reinado del tricolor, hoy reducido a un partido minoritario por obra y gracia de muchos de sus integrantes. En el sistema político impuesto por el PRI, la regla de oro fue que el presidente ponía los gobernadores, en todo el país, y los gobernadores a los alcaldes.
Así funcionó hasta que el presidente Ernesto Zedillo llegó al poder y practicó la sana distancia entre Los Pinos y el Revolucionario Institucional, preparando lo que ya se advertía como una alternancia obligada de México al finalizar el siglo pasado.
Al dejar suelto Zedillo al PRI entre 1994 y el año 2000, los liderazgos y caciques locales y regionales se emplearon a fondo, mandando y operando en el estado, por lo que el gobernador en turno y los grupos de poder, económico y político deciden quién será el heredero del poder.
El PRI iba de más a menos a nivel nacional, pero en los estados como Tamaulipas, seguía empoderado. A partir del 2000, con la llegada del PAN a la presidencia del país, los gobernantes priistas parten el queso en el estado y con una débil o nula injerencia del maltrecho PRI nacional hacen y deshacen.
Cavazos unge a Tomás Yarrington, éste a Eugenio Hernández y Geño a Rodolfo Torre Cantú, quien tras ser asesinado es relevado por su hermano Egidio Torre Cantú.
¿Alguien extraña a esta cuarteta de personajes que gobernaron Tamaulipas? Yarrington y Hernández están presos, y Cavazos y Egidio han sido motivo de diversas investigaciones por acusaciones de diversos delitos.
La llegada del actual gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca esperanzó a esta entidad azotada por la inseguridad, el crimen organizado y el atraso en muchos rubros, pero su gestión ha resultó similar a la de sus cuatro antecesores. De hecho está bajo investigación también por diversos delitos de alto impacto.
Cabeza de Vaca llega también cobijado por liderazgos y padrinos locales, así como panistas de otras regiones y gracias al apoyo del más reciente gobernante priista, Egidio Torre, quien cede ante las presiones del entonces presidente Felipe Calderón y entrega el estado al PAN.
Luego entonces, como en los últimos 23 años, todo indica, los liderazgos locales se han equivocado con sus designaciones, pareciera que ahora, como en los años del PRI de antaño, la designación vendrá del centro.
Sí, han dicho que habrá encuestas, seguramente para ver quién es más conocido o popular, Rodolfo González Valderrama o Américo Villarreal, o quizás Maki Ortiz u Olga Sosa, pero “ya saben quién” tomará la decisión el próximo mes. Otra vez desde el centro del país.