El MORENA dio a conocer sus virtuales candidatos al senado y obvio que causó júbilo en unos, decepción en otros.
Si se equivocó o no en su elección eso lo sabrá la tarde noche del próximo primer domingo de julio.
Entretanto, quienes tomaron la decisión deberían ir midiendo si Américo Villarreal Anaya y María Guadalupe Covarrubias causaron más entusiasmo que desaliento entre las filas morenistas.
Me dan la impresión de que están actuando sobradamente por el hecho de que algunos priístas y panistas se estén pasando a las filas de López Obrador.
Pero esa circunstancia no debiera hacerles creer que por ello pueden manosear al viejo estilo de la política mexicana a sus prospectos a cargos de elección popular.
Se supone que en el MORENA practican la política de modo diferente y al no ser así, con sus decisiones respecto a candidaturas al Congreso de la Unión lo más probable es que si bien no afectarán a López Obrador, sí en el número de diputados y senadores.
Bien dice el refrán: “cuentas claras, amistades largas” y en el MORENA no lo aplicaron.
Tan sencillo que es no darle cuerda a nadie lo que luego evitaría desemboque en decepciones.
Que tengan un buen inicio de semana todos.