… Puede ser una trampa! En redes sociales circula un video tomado de una reunión de los jóvenes de dos grupos locales, unos afiliados al IMJUVE (que tiene que ver con el gobierno local) y el otro al CADIC (estudiantes de la UAT), donde hablan de llevarle a la juventud local, una serie de conferencias interesantes que les servirán en su crecimiento como personas, como jóvenes curtiéndose, como futuros profesionistas.
Y para ello quieren invitar, interesar o integrar a otros grupos juveniles locales, mencionan al IUVE y al Rotaract.
Hasta ahí, todo muy bien, sí, perfecto todo lo que sea para nutrir de conocimientos, de experiencias, de aprendizaje a esa fuerza tan importante y enorme como es la sangre joven, la pujante vida de la ciudad.
¡Pero ojo, muchachos! Que no los quieran utilizar con fines reeleccionistas por parte de Enrique Rivas Cuéllar.
Sabemos quién está atrás y patrocina a esos grupos de la muchachada nuestra, al que busca maniobrar y dirigir a ese río de juventud, a los que hoy están en una escuela superior, a los que graduarán de prepa con sus 18 votantes años.
Y conocemos los fines aviesos que tuvieron pasados jóvenes, tales como a los que ahora, han despertado a la política desde las hueste universitarias (¿Remember a Ramiro, Mónica, a Benjamín Galván y más recientemente a Ernesto Saldaña, sólo por citar unos cuantos?).
Ya nos podemos imaginar quién está detrás de los que ahora fueron captados en un video tratando de involucrar a millares de jóvenes más, atrayéndolos con las dichosas conferencias que dizque tienen planeadas.
Se acercan tiempos políticos, Enrique Rivas maneja todo el dinero propiedad del pueblo, tesoro disponible para buscar su fin único, reelegirse.
Y ello incluye encandilar a los jóvenes inquietos, esos que hoy, como ha sido siempre, son una gran fuerza, tienen un valor inmenso y un empuje inagotable, justo para lo que se les requiere por parte de gente insana.
Esa mocedad y a la vez inexperiencia que le viene al dedillo a todo político de baja estofa.
Porque además, nuestra sangre núbil, tiene otro ingrediente que ni mandado a hacer, algo extraordinario; y eso es, que la gran mayoría carece de dinero en el bolsillo para disfrutar de placeres someros -¿Quiénes que no somos de familias económicamente pudientes, no anduvimos de “estudiambres” en nuestros tiempos de universitarios?- que ahora el gobernante local, les puede cumplir y llevar a conocer.
Así que aguas muchachos, cuídense de que no los engatusen.
Este embaucamiento empieza siempre, por prepararles conferencias de provecho; luego sigue el organizarles fiestas (mucha carne, grupos musicales, corren ríos de bebidas); así como patrocinarles algún viaje de estudios o de placer, aquí cerca; después continúa con ayudarles a aprobar ciertas materias difíciles, esto para los más duros de cabeza, pero muy duchos para jalar raza, mover gente y distinguirse por encabezar el reventón y el despapaye.
SEAN LIBRES COMO EL VIENTO
Los jóvenes son y siempre lo serán, pese a sus limitantes, libres como el viento, de muy silvestre albedrío, ¡y qué bueno!, tienen sus derechos, pero ¡ojo! Siempre hay lobos ganones con piel de mansos corderos.
Y salvo que les guste la política -más que el alcanzar sus sueños consiguiendo graduar de una profesión decente-, deben ser muy cautelosos con quienes se juntan, a quienes dan entrada.
Por lo regular, los grupos juveniles grilleros y polacos, se distinguen porque sólo dos que tres vivales, son los que logran enquistarse en las grandes ligas de los vividores.
Si su fin o su proyecto individual no es el abrazar la carrera de las ciencias políticas -lo de ciencia, es porque es toda una ciencia el agandallarse el dinero del pueblo-, tengan cuidado muchachos nobles.
Si ustedes nuestros limpios jóvenes, vomitan ese mundo que es el del vivir y adueñarse del dinero de todo el pueblo, entonces no se dejen utilizar.
Los grupúsculos esos, todos sabemos son creados y enviados a ustedes, por esos políticos graduados en marrullerías, mañas y mugrero.
Son soportados por los que detentan el poder en ese momento y ellos que están atrás de todos, tienen un fin, nada halagüeño, para nadie.
No importa si son del PRI o del PAN -son los mismos o iguales, sólo con antifaz de otro color-, así tenemos que el que maneja el presupuesto local, maneja el dinero que paga las carnes asadas, los viajecitos, las conferencias, los conciertos, los pomos, los eventos sociales y quienes convencen a los maestros “barcos” a que aprueben a esos estudiantes que hoy están batallando con una o más materias.
Padres de familia, hablen con sus hijos, los muchachos no saben mucho de la mala vida, ni de los chanchullos, ni de los engaños, nuestros hijos son inocentes, limpios.
Hoy, el gran valor de estos blancos muchachos nuestros, es precisamente su edad, o más bien, su credencial de elector, aunado a su fuerza, a su poder de convocatoria y su fácil maleabilidad, su conductibilidad, su moldeo por parte de insanos duchos de la política y del manejo de masas.
¿Invitaciones a conferencias a mí? ¡Mis polainas! Los quieren utilizar, trabajarlos desde ya, para cuando llegue la temporada electorera, tenerlos listos para usarlos.