Hasta hace unos meses, semanas y días yo tenía una idea, más o menos correcta o más o menos equivocada, de los jóvenes que se dedican a esta profesión o cuya carrera está relacionada directa o indirectamente con los medios.
No tomaba demasiado en serio sus opiniones porque la mayoría carecen de fundamento profesional y se dejan guiar por los ritmos de moda o por la canción del momento.
De hecho pensé que estaba solo en el universo (aunque suene demasiado dramático) en algunos temas, hasta que platicando con Luis Espino, un joven profesional de la fotografía, y colega que durante un buen tiempo trabajó en el diario ABC y ahora forma parte del staff de “Ven, súbete a la van”, un programa que recorre México.
Horas antes de nuestro encuentro mi pensamiento estaba dirigido a la falta de nuevos talentos y creadores de éxitos en áreas como la música, la actuación, las telenovelas y otros géneros del mundo del espectáculo.
Pensaba: Kabah y OV7 actuarán por tercera vez en el Auditorio Banamex. Caifanes ha ofrecido más de 100 conciertos sin tener un disco nuevo y hace años que una canción suya no suena en la radio.
¿A qué se debe eso? Sinceramente más que al factor nostalgia lo que aquí realmente pasa es que hacen falta nuevas propuestas artísticas y Espino reafirmó mi pensamiento.
Y las que están, no llenan los requisitos para convertirse en ídolos del mañana.
¿Qué grupo o cantante tiene los tamaños para solventar una carrera como la de Caifanes, por ejemplo?
Y nos guste o no, el hecho de que OV7 y Kabah vuelvan a un escenario que difícilmente llenó Britney Spears habla de que sus carreras son lo suficientemente interesantes y no ha salido nada que realmente valga la pena.
“Faltan talentos, hay un rezago en esta materia. OV7 y Kabah ya están envejeciendo y no hay nadie que pueda, ya no ocupar su lugar, sino demostrar que se puede seguir haciendo música pegajosa, comercial”, replicaba Espino.
Y tiene razón.
No tocamos el tema del grupo Jeans porque seguramente se nos pasó, pero este sorprendente reencuentro, que tiene poco de atractivo, surgió porque no hay otra agrupación semejante.
En otro nivel de éxito, pero al fin y al cabo bajo el mismo concepto, Flans está cumpliendo tres años de haber vuelto y uno de haber lanzado su más reciente disco, “Primera fila” que les permitió despertar el factor nostalgia en sus fans de toda la vida y conquistar a nuevos públicos que están fascinados con Ilse, Ivonne y Mimí.
De Gloria Trevi ni hablar. Con casi 30 años de trayectoria, disco tras disco es un agasajo dejar que nos sorprenda. Ahora lo hace con un álbum de concepto que incluye canciones de los años 80 (por algo será) y en el que se revela como una excelente intérprete que no le pide nada a los cantantes de las versiones originales.
Dentro de la misma crisis de creatividad están las telenovelas. Por ejemplo, aunque nos quieren vender la idea de que “Antes muerta que Lichita” es una historia original y que sus escritores se “quemaron el coco” inventando un argumento novedoso, la verdad es que la historia no es otra cosa más que “Yo soy Betty, la fea” o “La fea más bella”, nada más que corregida y aumentada.
Eso es por parte de Televisa porque en Azteca están todavía peor. La inminente cancelación de Azteca Novelas pone a la televisora en un momento delicado.
Se convertirá en repetidora de producciones extranjeras, brasileñas especialmente, que se empiezan a transmitir en horario estelar y con buenos niveles de rating.
Sin duda, esto provocará una crisis de desempleo actoral como creo que nunca se había visto.
Alguien me dijo: “Lo que pasa es que ya hay mucho viejito en México, por eso están volviendo los artistas de antes”.
Y me atrevo a refutarlo. Aunque evidentemente la población del país ha envejecido, aún hay millones de personas jóvenes que ni siquiera eran “proyecto” cuando Caifanes triunfaba con “Afuera”, y ahora esos chavos post “El nervio del volcán” descubrieron que sus papás eran fans de una banda mexicana de gran calidad que perdura porque tiene con qué y que es necesario admirar por su historia, trayectoria y calidad musical.
Me gustaría seguir exponiendo los puntos de vista de Luis Espino, pero creo que antes deberíamos repetir la experiencia de las enchiladas poblanas o como se llame el platillo que amablemente me invitó.
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