Alguien en Ciudad Victoria acaba de decir que es muy bueno que saben inglés los “dreamers” mexicanos (622 mil se estiman) que radican en Estados Unidos, porque ahora que los deporten de allá, acá tendrán grandes ventajas por los dos idiomas que dominan.
“Los dreamers tendrán áreas de oportunidad en Tamaulipas, como es el caso del sector energético que está impulsando el gobierno de Tamaulipas”, dijo el hombre en la capital del Estado.
¿Así o más sorprendente lo de este hombre acerca del tema del momento que tanto afecta a México? ¿No hubiera sido mejor una postura y una declaración más acorde al deseo de las masas afectadas?
Por ejemplo, hubiera declarado en pro de que los chicos permanezcan en la Unión Americana.
Tal vez como mexico-americano y fronterizo enterado del asunto, le correspondería haber exaltado el que la gran mayoría de los más 600 mil jóvenes aztecas criados en la USA, no conocen ni nuestro territorio nacional, mucho menos tienen ganas de venirse en definitiva a vivir acá, que si bien es el país de sus padres y abuelos, no es el de ellos, que no saben de México nada, al menos no les enseñaron nada de acá, en las escuelas estadounidenses.
“Su inglés es una gran ventaja, algo indispensable para las nuevas áreas de oportunidad que se van a abrir en el sector energético”, señaló el susodicho de Reynosa.
Y el colofón fue: “Porque ¿de qué sirve que vengan todas esas empresas (petroleras), si no tenemos quién hable su idioma?”.
O sea, como queriendo decir: “Qué bueno que van a venir todos esos chavalos deportados, porque son bilingües, hablan perfectamente el inglés (como él que estudió en Texas) y acá le van a sacar partido a esa ventaja bilingüe”.
ALLÁ ESTÁN BIEN
Tantos los 622 mil dreamers, como los indocumentados (dicho con todo respeto y para precisar de quienes hablamos, son casi 5.8 millones de “sin papeles” o “mojados”, según dato del año 2014, del Centro de Investigaciones Pew) y aún los 11.8 millones de “pasaporteados”, “resident alien”, “tarjeta verde”, “emigrados” o “arreglaos”, allá están muy bien, además y tristemente creemos que acá ya no caben.
No hay ni espacio físico, ni escuelas, ni centros de empleo, ni lugar para habitar, ni nada, además sus remesas monetarias son las que hacen fuerte a México, se les requiere quedarse allá, para mandar su dinero desde aquel país, para así mover y dar fuerza a la economía de acá.
Imaginen a 600 mil dreamers expulsados de Estados Unidos, más 6 millones de indocumentados y pónganle ustedes que otros 12 millones de “emigrados” o green card, ¿dónde diablos van a caber entre nosotros? ¿Qué van a hacer acá?
Por ejemplo, esos chavales que ni hablan español, ¿cómo la van a sortear en nuestra tierra, donde la situación está muy peligrosa para quienes conocemos el terreno, cuanti más para jóvenes inexpertos y desconocedores?
¿Cuántas vidas se perderían o se torcerían, antes de que un joven que desconoce México, se halle asimismo aquí y que además encuentre cómo salir adelante en su (nuevo) país, esa tierra que sólo lo vio nacer, pero que por azares del destino, no le encaminó a crecer, por ende, no está identificado con la nación o ciudad a donde le toque llegar, en caso de que la pesadilla en Estados Unidos, continúe?
Y lo peor, es que ellos ni se quieren venir, tampoco los adultos que están en las otras condiciones migratorias ya señaladas.