Con inusitada frecuencia, los mandatarios nacionales, estatales y municipales, anuncian obras y se toman la foto del recuerdo, al “poner la primera piedra”, en tal o cual sea la obra.
Sin embargo no todas estas obras son producto del erario, muchas de ellas son invitaciones de el sector privado, que no pertenece al Estado, pero los mandatarios se ponen las botas, porque siempre es preferible prevenir que lamentar.
Esto viene a cuento por los comentarios frecuentes sobre las vanaglorias del crecimiento, bla, bla.bla, la verdad es que suceden cosas increíbles, como la licitación de una planta de Pemex el año pasado, en la que varios estados invirtieron –hasta los estados deben mocharse– para obtener la sede de la famosa refinería petrolera, bien se licitó y quedó en la ciudad de Pachuca.
Como se recordará ya se tenía la lana, que iba a suprimir la importación de gasolinas y lo que se le ocurra, pero aún no ha pasado nada, me pregunto, oye escribidor ¿sucederá lo mismo con la Cuenca de Burgos? ??En esta se ha hecho una gran difusión al manto de gas subterráneo de la famosa cuenca, que como el crecimiento del país tal vez solo sea o será una bella ilusión de óptica.
Las quejas contra Acción Nacional –el partido nada tiene que ver– son de lo más variadas, pero así como se repudia a FCH es el tamaño del hambre de nuestra población, si hay hambre donde antes no existía.
Cuando usted observa a un mendigo buscar entre los botes de basura por restos de comida, es que la cosa anda muy pero muy mal, así como los perros tiran los cestos de la basura compitiendo ahora con nuestros mendigos, nos ilustran hambre.
En algunas cosas sí hemos crecido, sí, en la delincuencia, al cerrarse o mejor dicho disminuir el paso de droga de México hacia los EUA, los grupos dedicados a esa actividad ilegal, hubieron de generar un cambio en la obtención del dinero, para su subsistencia y crecimiento –estos si crecen– y se multiplicó el robo de autos, los secuestros, robos callejeros, cibernéticos, domiciliarios.
Ahora la prostitución también creció y el consumo interno de las drogas, lo que todavía hoy se combate y que prácticamente no causaba problemas en nuestro querido México, se volvió en contra nuestra y hoy lastima y lacera a muchos hogares de mexicanos, luchamos una guerra impropia, propia de un mundo irreal, sí, ese que causa asombro no por su efectividad sino por su ineficacia.
Quisiéramos poder vivir en paz, trabajar con la seguridad que lo ganado sea nuestro, que no tengamos que pagar impuesto sobre impuesto para subsistir, añoramos la paz de las devaluaciones, la tranquilidad de transitar por nuestras carreteras como lo hicimos los últimos 70 años; no hablen de crecer, cuando aún se gatea.
(24/nov/2011)?