Sea para quedarse el dinero y la propiedades multimillonarias mal habidas de estos nefastos o resulte sincero su afán de meterlos al bote por narcogobernantes, por lavadores de capitales, o por meter a su país dinero de sus corrupciones, pero es triste ver cómo en otra nación se persigue a los ex gobernadores tamaulipecos, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, por algo que hicieron desde Tamaulipas.
Mientras que aquí son invitados por el Ejecutivo actual a sus eventos infames de gobierno, asignándoles sitios de honor, sentándolos en primera fila, resulta que en Estados Unidos, ambos (Tomás y Eugenio) son buscados por delitos que nacieron en tierra cueruda, actos ilícitos suyos ligados directa y enteramente a Tamaulipas.
Incluso subordinados suyos, funcionarios y amigos ligados a ellos dos, todos residentes o nativos de Tamaulipas, ya fueron encerrados en Texas o sus cuentas y propiedades aseguradas, se cree que otros tantos más caerán, tarde o temprano.
Pero y aquí contra ellos dos ¡nada!
DELITOS TAMAULIPECOS
Recalcamos, lo increíble de la persecución de la DEA, el FBI, los Rangers de Texas, del Procurador General de Justicia de Estados Unidos o el Abogado de la Nación, igual que el sistema judicial federal norteamericano y hasta el IRS (viene siendo el SAT mexicano) es que a Tomás y a Eugenio, les señalan de delitos cometidos en México, en relación a sus cargos en suelo tamaulipeco.
Extorsión, aceptar dinero como sobornos, actos de corrupción, transferir recursos sin licencia, incluso anteponiendo fracturas fraudulentas del gobierno de Tamaulipas, son actividades, delitos, posibles hechos ilícitos ocurridos en nuestro terreno.
Aquí hacemos a un lado las supuestas ligas con el crimen organizado y el narco, estamos hablando de delitos de gobernantes, llevando a Estados Unidos dinero del pueblo, capitales mal habidos y hasta disfrazados con documentos de gobierno.
¿O SEA?
¿Y qué dijeron al respecto Enrique Peña Nieto y Jesús Murillo Karam, al arribar al gobierno federal, uno como Presidente del país y el otro como principal perseguidor, como policía implacable que debería ser en su papel de titular de la PGR?
“Nada, aquí no hay nada contra ellos, no se les investiga, ni se les persigue, ni nada, son ciudadanos libres”, palabras más, palabras menos, fue lo que ambos dijeron, al ser cuestionados directamente sobre estas dos “fichitas”.
Pero si el gobierno mexicano los protege, por ser parte del sistema, por ser miembros distinguidos del mundillo corrupto, como destacados socios del sucio club de los ex gobernadores mexicanos (Peña, Murillo, Yarrington y Hernández, son parte de ese tristemente célebre grupo) a Estados Unidos, eso les tiene sin cuidado su “inocencia” azteca, ellos van directo por los dos de Tamaulipas.
LA LUMBRE A LOS APAREJOS
Ya han caído muchos cómplices de uno y otro, en Texas, las autoridades federales siguen aprehendiendo a sus secuaces, cada vez les cierran más el círculo a Tomás y a Eugenio, las declaraciones de los detenidos allegados a éstos, son muy incriminadoras, cada una de ellas, para los ex gobernadores.
Y esto no es una cosa de justicia pueblerina, alguna ocurrencia de algún sheriff de un condado del Valle de Texas, ¡no! Ya dijimos que están todas las autoridades federales norteamericanas atrás de ellos y de quienes forman su gavilla.
Tomás Yarrington de plano ya se anda escondiendo, o hace buen tiempo que no se le ve en eventos públicos de politiquería o política barata, decidió no acudir al Informe de Egidio Torre Cantú, no así Eugenio que tal vez tomó otra estrategia, queriéndose pasar de “inocente”.
¿Y EL ACTUAL?
¿Recuerdan a Homero de la Garza Tamez, otro oriundo de Matamoros, como Tomás y como Manuel Cavazos Lerma (este último también tiene su colita que le pisen las autoridades gabachas en Texas)?
Bueno pues Homerito, ex titular estatal de Itavu y luego de Sedesol en este gobierno de Egidio Torre Cantú, le acaban de asegurar en Texas, una cuenta bancaria de 1.1 millones de dólares.
¿Cuál es el delito o acusación que refieren los federales en Texas contra De la Garza? Dinero procedente de actos de soborno y pago de extorsiones.
O sea, ilícitos cometidos en Tamaulipas, delitos en relación a su cargo estatal, sea en el anterior sexenio de Eugenio Hernández o bien, en la presente administración de Egidio Torre, o quizá, en ambas.
¿Les dice algo esto de la lanita encontrada a Homero de la Garza? ¿Se habrá pasado la cadenita maliciosa de Tomás a Eugenio y de Hernández hacia el que le continuó?
No hay que olvidar que muchos de ellos, son funcionarios, contratistas, o proveedores de uno a otro y a otro sexenio, desde Manuel Cavazos Lerma, de quien repetimos tampoco podría sentirse tan libre de pecado, ni de persecución venida de los sabuesos de allende el Bravo.
¿Estaremos en dos o tres años, viendo que ahora son otros los tamaulipecos perseguidos en Texas, se sumarán algunos de este sexenio presente, pero casi por concluir?
Pa’l baile vamos, dicen en nuestro pueblo.
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