Nuestros niños

Un dicho señala que “la palabra enseña, pero el ejemplo arrastra”.

Viene a colación por el festejo hoy se hará a nuestros niños en Tamaulipas; cuando miles de ellos están sometidos a prácticas que los alejan de los valores y los acercan peligrosamente a saltar la valla de la responsabilidad.

Dice el maestro Luis Humberto Garza que en tiempos duros a los niños hay que enseñarles el poder de la resiliencia que significa sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas.

Explica que la niñez abarca hasta los 18 años y las personas que están dentro de este grupo de edad necesitan siempre alguien confiable y fuerte que esté incondicionalmente a su lado para ayudarlos a sobrellevar las experiencias negativas.

Las condiciones de inseguridad, los ejemplos donde obtener dinero fácil es cosa de todos los días nos lleva a imaginar qué le espera a Tamaulipas con una niñez afectada por un ambiente viciado.

El maestro Luis Humberto añade que antes a los jóvenes sin ocupación se les encontraba en las calles, y hasta ese lugar iba el DIF a ayudarlos.

Pero, indica, al retirarlos de los lugares públicos para evitar el mal aspecto de su presencia según las autoridades, lo único que provocó es que se perdieran y en nuestros días han reaparecido pero de la peor manera.

Hoy se festeja otra vez el día del niño, en Tamaulipas los festejos mostrarán una cara deplorable que no es un buen ejemplo si se quiere formar ciudadanos responsables.

El dinero fácil, la dádiva, no son el mejor camino para formarlos, los niños requieren oportunidades para permanecer estudiando y los jóvenes, empleos que los alejen de las malas compañías, algo que Tamaulipas no está en condiciones de ofrecer a miles de ellos. Lástima.

EN VACACIONES DESAPARECEN LAS URGENCIAS

Enrique de la Garza, delegado del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, se sorprende del comportamiento que registra la derechohabiencia de este organismo en vacaciones y fines de semana.

El funcionario federal, quien lleva meses al frente del ISSSTE, aún no encuentra la razón de que en temporada vacacional, como la que acaba de pasar y en fines de semana, el servicio de urgencias de los hospitales y clínicas permanece casi desierto.

Es como si por arte de magia todo el mundo, o al menos los derechohabientes del ISSSTE no requirieran de este servicio que, por el contrario, de lunes a viernes está abarrotado.

Platicando con el funcionario menciona que hace poco en el periódico Expreso de Ciudad Victoria se dieron a la tarea de documentar este extraño comportamiento.

Y resulta que de acuerdo a los resultados, cierto sector de la población afiliada al ISSSTE tiene más necesidad de acudir al servicio de urgencias durante los días hábiles de la semana, mientras que el sábado, domingo, en asuetos obligatorios y vacaciones, la afluencia de pacientes requiriendo la atención rápida se desploma.

¿Es usted, estimado lector o lectora parte de este conglomerado de derechohabientes? Porque este dato obliga a hacer un examen de conciencia de aquellas personas que sin necesitar servicio médico urgente acuden a los hospitales y clínicas, provocando que la gente que realmente sí necesita ser atendida no reciba los cuidados necesarios ante la demanda de pacientes que bien pueden esperar a que los reciba su médico en consulta normal.

Porque si en días de asueto las urgencias desaparecen, algo pasa en la mente de la gente para que de lunes a viernes corran a abarrotar este servicio que, analizándolo fríamente, resulta que ni siquiera lo necesitan.

Tal vez es el momento de que Enrique de la Garza inicie una campaña para concienciar a la derechohabiencia de que si no es urgente su malestar, ni se presente en urgencias y le de chance a quienes sí están enfermos.

Diseñar una pequeña guía acerca de lo que es urgente y lo que no, no estaría mal y que se distribuyera, porque muchas veces, el desconocimiento es lo que lleva a la gente a actuar sin tener en cuenta que con sus acciones afectan muy seriamente a otras personas.

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