El foro organizado por la Fundación Colosio en Ciudad Victoria, Tamaulipas, tal vez sea el preludio de una nueva relación entre el gobierno de Egidio Torre Cantú y el PRI estatal –relación trunca por el asesinato del amigo de todos los tamaulipecos, el doctor Rodolfo Torre Cantú-, ganador antes y después de su partida en las urnas y los corazones de sus correligionarios.
Enmendar rutas y veredas es de gente inteligente, se requiere talento para aceptar y digerir lo brumoso del actual gobierno, asediado por los malos augurios y no pocas denostaciones, pues hasta hoy Tamaulipas está frenado en su economía y desarrollo.
El gobierno del ingeniero Egidio dio por sentado que todos fueron culpables aún sin haber participado, por ello la reconciliación con quienes lo llevaron al poder –incluyendo a su finado hermano–, es una gran demostración de que es de sabios cambiar de opinión.
Muchos quisimos al doctor Rodolfo y nos dolió lo que de él se hizo, así como la decisión de borrar de un ademán a muchos que dieron todo en la campaña del doctor y eso no, francamente no se vale.
Desde hace cinco años sufrimos de la terquedad de un gobernante que no sé quien le vendió la idea de que realizar una guerra le sumaría dividendos positivos por lo que al gobierno de la alternancia le bastaron 11 años para destruir lo que al PRI construyó en 60: Un espléndido país con todo y las trapacerías de sus gobernantes, pero por el que se podía transitar sin el temor de ser asesinado, ni golpeado, ni vejado.
Alguien le vendió esa idea al presidente Calderón, quien no ha sido amigo del gobernador de Tamaulipas, sino al contrario, ha sido el presidente destructor de un país próspero y feliz, porque tenemos que sudar “calenturas ajenas”.
Pongo como ejemplo a los Estados Unidos, ahí es donde se compran y se consumen las drogas en cantidades alarmantes y todos están controlados sin necesidad de hacer un disparo, que los hay, pero casi no sucede. Así podríamos estar en México, pues a pesar de la seguridad del Ejército, Marina y Policía Federal, miles de mexicanos han huido del país, para buscar la paz que se les ha negado.
En lo personal me es muy grato ver al gobernador Egidio retomar el camino y las veredas por las que su hermano transitaba firmemente, seguro de que habría de llevar al Estado por caminos sólidos de progreso, trabajo y esperanza.
Ese es el Tamaulipas que todos deseamos ver señor gobernador, quienes hoy intentamos vivir en él, queremos ver de nuevo la alegría en los rostros donde ahora hay pánico, con ciudades en ruinas y abandonadas con niños y adultos presos en sus casas.
La presencia en el pasado foro del diputado Marco Antonio Bernal y La senadora Amira Gómez son un verdadero aval para este pleno pero, sin duda, hay que valorar la presencia callada pero efectiva del presidente estatal del PRI, Lucino Cervantes.
Señor gobernador, que esta reunión sea el parteaguas de un gobierno propositivo y vigoroso que todos los tamaulipecos esperamos.
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